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jueves

Comentarios 2016

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58 comentarios:

  1. Hace una semana tuve un accidente de coche bastante aparatoso del que sorprendentemente salí ileso y nadie del otro vehículo sufrió tampoco ningún daño. Para que os hagáis una idea del alcance del golpe os diré que mi coche no se ha podido reparar. Lógicamente mi estado de ánimo quedó muy tocado viendo la magnitud de lo que había pasado y reconociendo que fui el culpable del choque. A pesar de haber vivido una experiencia negativa he de dar gracias a Dios por muchos motivos. En primer lugar el apoyo de mi familia a través de mi mujer y mis tres hijos que estuvieron a mi lado en los primeros momentos. En segundo lugar el apoyo incondicional de mis hermanos que rápidamente me expresaron su apoyo moral y tres en concreto con ofrecimiento económico. También decir que para salir del paso nos han dejado un coche para poder continuar con el día a día. Gracias a Dios por cuidarnos tanto en estas circunstancias difíciles pero a la vez tan llenas de bendición. Joaquim Figueras

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  2. El próximo jueves 10 de marzo operarán a mi cuñada Sandra de un pólipo en la matriz. Es una operación delicada porque es con anestesia general. Quería pediros que recéis para que todo vaya bien, el Señor ilumine al médico y la recuperación vaya lo mejor posible. Muchas gracias.

    Luis

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  3. Quería dar las gracias al Señor y a todos los que habéis intercedido por mi cuñada Sandra ya que la operación fue muy bien y el resultado de la biopsia ha sido que el pólipo que le extrajeron es benigno.
    Luis

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  4. Quiero dar gracias a Dios por el proceso que sigue la enfermedad de mi padre, por la que os pedí oración.
    A finales del año pasado le diagnosticaron un cáncer con metástasis, no operable, por el que está siguiendo tratamiento.
    Después de la primera tanda de seis sesiones de quimio le han hecho un nuevo TAC y el médico nos ha dicho que, por ahora, la enfermedad se ha estancado: ninguno de los tumores ha crecido e incluso dos de ellos han reducido su tamaño. Además, los ciclos de quimio no le están produciendo unos efectos secundarios excesivos. Así que ¡es un doble regalo de Dios!
    Muchas gracias a todos por vuestras oraciones.
    Pilar López

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  5. Este viernes santo, haciendo oración en comunidad, sentí que Dios me recordaba unas palabras que hace veinte años sentí que me dijo, en un momento muy concreto e importante de mi vida: “Levántate, vete de aquí y en adelante no peques más” Son unas palabras muy conocidas del Evangelio, del momento en el que María Magdalena es juzgada y casi apedreada, y Jesús lo impide y la salva.
    Hace veinte años, sentí que Dios me decía a mí estas palabras, y que me salvaba y me liberaba de un problema que tenía. Fue un momento crucial en mi vida. La fuerza que sentí me liberó de algo que me causaba dolor y que no sabía cómo superar. Desde entonces estas palabras del Evangelio son sagradas, para mí, y tienen un poder real.
    En la oración del viernes santo recordé ese momento y sentí una alegría y un agradecimiento muy profundo hacia Dios. Y sentí, también, que cada uno de nosotros tenemos una palabra que Dios nos ha dado y nos ha marcado profundamente en nuestra vida. Una palabra que nos cambió y que llevamos dentro, como un tesoro; que cuando la recordamos nos hace estremecer. Sentí que cada una de esas palabras, que Dios nos ha dicho, dan sentido al misterio de la muerte de Jesús, porque gracias a ellas estamos vivos de verdad. No son solo palabras.
    Quiero dar gracias a Dios por su Palabra y su gran amor, que nos salva.

    Bárbara

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  6. Gracias por vuestros testimonios.

    Después de estar fuera de casa durante los días de Semana Santa volví pensando que me había ido muy bien parar esos días para dedicar más tiempo al Señor, orar y compartir con los hermanos, asistir a los oficios, escuchar alguna predicación con la tranquilidad que necesitaba, en definitiva tenía la sensación de que volvía a colocar al Señor en el centro de mi vida y de mi pensamiento.
    Empezamos la semana y me daba cuento que los días pasaban muy rápido y no encontraba momentos de calma y que volvía a entrar en la vorágine del trabajo, las responsabilidades y los quehaceres más o menos importantes. Una noche me desperté muy temprano, como angustiada, preocupada por el trabajo, por la familia... y no podía dormir, pensé que lo único que podía hacer era presentarle al Señor esas situaciones y ponerlas en sus manos, enseguida sentí que me calmaba e iba viendo con claridad mis limitaciones entre ellas el miedo y la desconfianza. Entonces me pareció entender o ver con mayor claridad cómo debía actuar en determinadas situaciones que en ese momento me inquietaban porque no las sabía abordar. Al levantarme escribí lo que había entendido en ese rato que estuve despierta, para no olvidarlo.
    Me levanté de la cama tranquila y pensé que tal vez había hecho falta el silencio y la calma de la noche para poder oír la voz del Señor.

    Algunos sabréis que acaba de finalizar el primer periodo de preinscripción de las escuelas y para nosotros, como cada año, es un momento crítico, este año con el agravante de que hay una bajada de natalidad importante que afecta a los niños que empezaran el próximo curso P3 (Educación Infantil, tres años).
    Estamos contentos y muy agradecidos al Señor porque la preinscripción de infantil ha ido muy bien y la de secundaria mejor que el año pasado, nos ponemos de nuevo en manos de Dios y continuaremos trabajando, gracias por vuestras oraciones.
    Gemma

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  7. Quería compartir con vosotros dos cosas que he visto y sentido durante estas dos últimas semanas. La primera fue durante el oficio del Jueves Santo, dedicado a la institución de la eucaristía. Durante la ceremonia percibí el sentido de este gesto de Jesús con una fuerza nueva y diferente. Fijé mi atención en el hecho que se trataba del testamento de Jesús, del último acto de una persona que es consciente que está a punto de morir. En la mayoría de ocasiones la muerte aparece de forma imprevista, como el ladrón en la noche, y no tenemos tiempo de prepararnos para ella ni de decir o hacer aquello que creemos más importante con las personas que más queremos. Pero Jesús sabía que esa noche le iban a detener y que al día siguiente sería condenado a muerte. Era la última oportunidad que tenía de estar con sus discípulos y dedicó ese momento a celebrar la Pascua con sus compañeros y a instituir un ritual, dar a comer de su pan y a beber de su copa, a través del cuál se haría presente siempre a los apóstoles, un gesto que debían repetir “en memoria suya”. Pensaba en la importancia que la daría a unas palabras, un gesto, un regalo, una mirada de una persona importante para mí horas antes de su muerte y mucho más si me dijese que recordase, hiciese ese gesto, repitiese esa mirada “en memoria suya”, “para que se hiciera presente”. Pues bien, esas palabras y ese gesto para acordarnos de Jesús es la eucaristía. Algo tan importante y tan trascendente como para enseñarse justo antes de su muerte. Este pensamiento me ayuda a dar un valor mucho mayor a este ritual y a sentir la satisfacción del Señor al ver que le hemos hecho caso y seguimos celebrándolo “en memoria suya”.

    El segundo tiene que ver con el Evangelio del domingo pasado. Se trata de la última aparición de Jesús a sus discípulos relatada por San Juan (Jn 21, 1-8). Curiosamente el Señor se hace presente mientras algunos de los apóstoles están pescando. En Navidad había leído un libro donde se reflexionaba sobre este pasaje y me había llamado mucho la atención lo que decía el autor. Sin embargo, me fijé en dos cosas diferentes. La primera es que se trata de la misma escena de la vocación de los apóstoles. En el inicio de su ministerio, los cuatro primeros discípulos convocados por Jesús son cuatro pescadores que, pese a que no habían pescado nada en toda la noche, obedecen al maestro y tiran las redes produciéndose una pesca milagrosa (Lc 5, 1-11). Al darme cuenta de este hecho pensé en que por mucho tiempo que haya pasado (en este caso todo el ministerio de Jesús incluyendo su muerte), Dios se nos manifiesta siempre en el mismo lugar o situación concreta en que lo hizo por primera vez. En los momentos de oscuridad, aunque aparentemente su presencia se haya desvanecido, si volvemos a los orígenes, al principio, al lugar dónde lo encontramos, Él sigue estando allí y en esa situación se hace presente de nuevo su bendición. Dios es fiel y sigue siendo el mismo ayer, hoy y siempre. Pero también me sorprendió algo de este texto. Pese al milagro de la pesca, Pedro es incapaz de reconocer al Resucitado y debe ser Juan quién le advierta que se trata del Señor. En cambio, al inicio de su ministerio, en el texto de Lucas, Pedro reconoce al Señor en el milagro. A veces, aunque el Señor se haga igualmente presente en una misma situación, nosotros no somos los mismos y no estamos siempre en condiciones de reconocer su paso (Pascua). Entonces necesitamos de los hermanos, de alguien que sea capaz de hacernos ver que se trata del Señor, hacernos tomar conciencia de su presencia. Y una vez más, Jesús comparte con ellos el pan y el pez para que recuerden el gesto de la última cena y sepan que se trata de Él.
    Jordi

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  8. Me gustaría compartir con vosotros un sentimiento que he tenido estos días.
    Este fin de semana mi hijo Dani se ha ido de casa, tiene 25 años y está trabajando en Barcelona, ha decidido que era un buen momento para dar el paso y comenzar una nueva etapa en su vida.
    El viernes, bajaba a Barcelona y durante el camino empecé a recordar muchos momentos compartidos con él y me emocioné mucho, 25 años conviviendo, compartiendo la vida de cada día y de repente debía dejarlo volar, bufff me parecía que no me iba a costar y de repente se me hacía un nudo en la garganta.
    Durante el fin de semana hemos bajado a Barcelona para hacer el traslado, acompañarle en esta decisión y animarle para que pueda afrontar todos los retos que la vida le vaya planteando.
    Hoy ya no está en casa y notaremos mucho su ausencia, pero es lo que nos toca vivir, siempre agradecidos por estos años de convivencia y por haber tenido el privilegio de cuidar de él durante este tiempo.
    Quiero agradeceros a todos los que me habéis ayudado en esta aventura, porque sin vosotros, os aseguro que no hubiera sido lo mismo, me siento tremendamente afortunada por haberos tenido a mi lado todo este tiempo.
    Muchas gracias.

    Tere

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  9. Este sábado fuimos algunos hermanos del grupo a visitar la Sagrada Familia acompañados de familiares o amigos. Fui con mis padres, mi hermano Rubén y mi sobrino Pol. La visita estaba muy bien organizada y las explicaciones del guía muy enriquecedoras. Desde el principio se creó un ambiente de cariño y respeto. Mi familia estaba encantada, se sintió muy querida por mi comunidad y además mi hermano se emocionó al entrar en el templo.

    Uno de los guías explicó que Gaudí decía que los retablos tenían que estar en la fachada para que los vean las personas que no van a entrar en la iglesia y dentro está la luz para que los que entren vean la Resurrección. Esa mañana sentí, de alguna manera formar parte de la Nueva Jerusalén del Apocalipsis. Me sentí pueblo de Dios con mi familia compartiendo, admirando la belleza de Dios en la contemplación de la Sagrada Familia.

    Quiero dar gracias al Señor y a los hermanos por este regalo.

    Marta

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  10. Tengo una prima, Marina, que hace un año me compartió su deseo de ser madre. Antes de esto, hace un par de años, le diagnosticaron una enfermedad en los riñones y estuvo grave, pero los médicos la trataron a tiempo y pudo recuperarse, a pesar de que debe seguir medicándose. En alguna oración comunitaria, habíamos pedido y rezado por ella. Debido al tratamiento que tuvo que hacer, los médicos le dijeron que tendría dificultades para quedar embarazada. Ella vivió todo ese momento con mucha entereza y cuando hace un año me dijo que deseaba ser madre, aún sabiendo que era una decisión arriesgada para su salud, sentí que debía rezar y hacer una novena por ella.
    Este verano, visitando el santuario de la Virgen de Czestochowa, en Polonia, me acordé mucho de mi prima y le pedí a la Virgen que la cuidara y le concediera la gracia de ser madre.
    Esta semana, mi prima me ha dicho que está embarazada y que espera gemelos, un niño y una niña. Se encuentra bien y está muy feliz. Me he emocionado mucho, siento que es un regalo de Dios y os pido que recéis por su embarazo, para que todo siga yendo bien.

    Bárbara

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  11. Llevo unos días con sensaciones un poco extrañas. Lo achacaba al cansancio. Este curso ha sido muy intenso desde el punto de vista pastoral y, ahora, el final de curso se hace muy cuesta arriba. Pero hay una sentimiento que me llama especialmente la atención. Me irrita particularmente que Dios nos regale con sus dones y no respondamos con la alabanza que nace de un corazón agradecido. Durante estas semanas me imaginaba la escena de la multiplicación de los panes y pensaba en la gente que comía sin saber que el alimento era un regalo de Dios. Los Evangelios están llenos de ejemplos de milagros de Jesús en los que la gente no se da cuenta de que se trata de una intervención de Dios o, simplemente, lo banalizan, no le dan importancia.
    Por supuesto, también pensaba quién soy yo para enfadarme por esto. Evidentemente no estoy libre de pecado… Pero han ocurrido dos cosas que me han hecho pensar. El viernes, cuando esta sensación de indignación era muy intensa, la lectura de la misa era la higuera seca y la expulsión de los vendedores del Templo. Jesús hace que una higuera se seque porque no da fruto.
    Ayer por la noche iba a hablar a una parroquia y seguía de malhumor. Estaba cansado. Y le dije al Señor cómo le iba a hablar a esas personas con estas inquietudes. Entonces el señor hizo que me acordara de algo y se disiparon las nieblas. Me acordé de hace algunas semanas cuando estábamos en Horta. Fue una oración muy intensa y ocurrieron varias cosas extraordinarias. Estaba Xavi y dije que era un niño del 93 y que debíamos volver al espíritu de ese año. Luego me olvidé, pero Dios, no.
    Durante estas semanas he revivido el 93, he vuelto a la montaña, a la nube… donde “solo Dios”.
    Ayer me di cuenta que una de las gracias importantísimas del 93 era venerar lo sagrado. Darnos cuenta de que Dios actúa entre nosotros y debemos reverenciar esa acción. Tenemos que estar atentos, como María de Betania. No podemos desperdiciar ni una sola palabra que nos da. No podemos ser el campo donde cae la semilla y no da fruto. Implica despilfarrar la gracia. Nuestra vida tiene que estar marcada por esta actitud de escucha y respeto.
    Por otra parte, uno de nuestros pecados comunitarios que nos ha provocado no pocos sufrimientos ha sido el apropiarnos de la obra de Dios. Como Adán y Eva en el Paraíso. Los dones surgieron en un momento de oscuridad como esas luces necesarias para orientarnos en el camino. Pronto se convirtieron en un juguete, cuando no en un trofeo. Lo mismo ha podido suceder con las relaciones, Horta, la música….
    Pueden ser instrumentos al servicio del Reino o bien nos los podemos apropiar convirtiéndose en un obstáculo en nuestro caminar hacia Dios. El Señor nos regala muchas cosas, pero son herramientas que debemos poner a su servicio. Nos ha regalado salud, trabajo, éxitos, familia…. Y, a veces, cuando ya tenemos el regalo, nos olvidamos de quién nos lo ha regalado.
    El espíritu del 93, que describí en la Guía, se ha repetido periódicamente a lo largo de estos años. Provoca un desasosiego interior, una insatisfacción muy profunda, una sensación de ausencia de Dios, un extrañamiento del mundo…. Y a la vez un deseo de solo estar a los pies del Señor pendiente de Él. Es la nube del no saber, la contemplación caliginosa. Dios está hablando pero no le entendemos. La revelación no siempre se comprende de buenas a primeras. Hace falta un proceso de escucha, de asimilación, de transformación interior para poder acoger la Palabra.
    (continua en el comentario siguiente)

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  12. (continuación del comentario anterior)

    En esos momentos los ruidos ambientales suenan más fuerte. Intentando escuchar la brisa suave, los pequeños sonidos se vuelven estridentes. Las “pequeñas” profanaciones se hacen especialmente dolorosas. La necesidad de pureza, en el sentido de “solo Dios”, es desgarradora. Por eso me iba a la montaña, lejos de ruidos.
    Los seres humanos no estamos preparados para estar con Dios. Por eso cuando se manifiesta, intentamos ponerlo al servicio de nuestros intereses, ¿no es eso lo que le pasó a Judas y por eso se decepcionó? Pero también a los apóstoles que quisieron aprovecharse de su amistad para conseguir puestos relevantes al lado del Padre o se sentían suficientemente superiores a los demás como para pedir que cayera fuego del cielo.
    Lo que he llamado el espíritu del 93, porque yo lo viví de manera consciente por primera vez en 1993, es ese proceso interior de espera de Dios en el que la banalización de lo sagrado es percibido como un estorbo en esta escucha.
    Dios ha actuado entre nosotros. Veneremos su presencia.

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  13. El pasado domingo nos reunimos para orar en comunidad. El Señor se manifestó en gran manera a través de la alabanza, la predicación y también a través de abundantes palabras de conocimiento. Al final de la oración intercedimos por las necesidades y enfermedades de algunos de nosotros y de nuestro entorno. En concreto Tere pidió al Señor por mi tensión arterial que lleva de cabeza a mi médico que no consigue dar con la solución. Después de muchas pruebas no localizan el motivo que me provoca el problema. Creo sinceramente que se trata de un tema de estrés y nervios. Hoy en el trabajo me han ofrecido la posibilidad de trabajar desde casa dos días fijos a la semana, en el marco de una experiencia piloto en la empresa. He recibido la oferta con mucha alegría y satisfacción pues veo la mano de Dios detrás de este hecho. Al ir sólo a la oficina tres días a la semana bajará mi nivel de presión y estrés. Una vez más el Señor ha obrado en mi vida por lo que le estoy muy agradecido. Gracias también a todos los hermanos que han intercedido.

    Joaquim Figueras.

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  14. Hace un par de semanas tuve un dolor muy fuerte que no se me iba con nada. Estuve tres días sin mejorar. Un poco cansada del malestar que tenía decidí rezar y poner agua bendita en la zona del dolor. A la mañana siguiente el dolor había disminuido un poco. Por la noche volví a rezar y ponerme agua bendita. A la mañana siguiente el dolor había desaparecido, me puse muy contenta, sinceramente sentí un gran alivio.
    Quiero compartir con vosotros este signo del amor del Señor para que juntos demos gracias a Dios por sus bendiciones.

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  15. Como he explicado en anteriores testimonios a mi cuñada Sandra le detectaron una bacteria que le ha ido afectando durante mucho tiempo a los riñones. Durante todo este tiempo lo ha pasado muy mal y en diversas ocasiones la han tenido que ingresar y realizar tratamientos que no surgían el efecto esperado. Hace un año la empezó a tratar un nuevo médico que le ha ido muy bien. Seis meses después del tratamiento de este médico le hicieron una analítica de seguimiento y salió totalmente limpia de bacterias. Ayer le hicieron la analítica de seguimiento después de un año de tratamiento y ha vuelto a salir totalmente limpia de bacterias así que el médico le ha dado el alta definitiva.
    Mi cuñada está muy feliz. Quiero dar Gloria a Dios y gracias a todos los que habéis intercedido por ella.
    Ahora os quería pedir que la tuvierais presente porque le han de hacer el 1 de julio una ecografía de la cabeza ya que, como consecuencia de la medicación que ha ido tomando, le ha afectado a la tiroides que ha generado en exceso un hormona que está en la cabeza y que hay que eliminar. Muchas gracias.
    Luis

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  16. Queria pediros intercesión por el hijo de mi compañera de trabajo se llama IU, tiene 18 meses y lleva dias que no está bien, no consiguen saber que le pasa, tiene fiebre y cojea de una pierna, le están haciendo pruebas pero de momento no consiguen saber que tiene, son personas que lo han pasado mal en la vida y han tenido que superar situaciones muy complicadas, os pido por favor oración para que Dios acute en esta situación que les provoca tanto sufrimiento.
    Muchas gracias a todos.
    Tere

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  17. Las bendiciones que recibimos del Señor no siempre son en la forma, manera y momento imaginamos. Afortunadamente para nosotros la grandeza de Dios no cabe en nuestros pensamientos y siempre nos sorprende. A menudo nos impacientamos y pensamos que Dios no nos hace caso. ¿Por qué digo esto? Lo entenderéis cuando os cuente lo que finalmente ha ocurrido con la opción del Teletrabajo que parecía ya hecha y que no ha sido así. El pasado lunes me comunicaron que habían rechazado mi solicitud para trabajar desde mi casa dos días a la semana. Imaginaros como me quedé cuando me lo dijeron. En ese momento pasaron por mi cabeza muchas cosas, la primera que ya había compartido con vosotros este testimonio que ahora se había torcido, y a continuación experimenté un monumental enfado a la vez que no entendía por qué. Una vez superado el impacto de la noticia pude coger aire y reflexionar. Analicé los motivos que habían llevado a mi empresa a denegar esta opción: mi nivel de valoración interna en la empresa había bajado inexplicablemente el pasado mes de febrero. Lo que en ese momento no tenía ninguna repercusión vinculante, cuatro meses después si se utilizaba como referencia para autorizar o no el teletrabajo. El pasado miércoles me reuní con mis jefes en la empresa para expresarles mi enfado a la vez que pedirles explicaciones de los motivos que me habían llevado a esta situación. Y es a partir de este momento cuando veo claramente la mano del Señor por difícil que parezca. Tanto mi manager como su responsable, después de escucharme, me transmitieron su comprensión y reconocieron que en mi caso no habían actuado correctamente y esto me había perjudicado. Que ocurra esto en el entorno laboral en el que vivimos ya es un milagro. Valoro haber descubierto este tema que permitirá evitar problemas más graves en el futuro. Tengo el compromiso de mis superiores de solucionarlo en la próxima valoración que tendrá lugar a finales de este año. Por otra parte esta experiencia me ha hecho sentir muy comprendido y arropado por todos a los que os lo he contado personalmente.Gracias a Dios que sigue bendiciéndome y a todos vosotros, mis hermanos, que me queréis y me apoyáis en los momentos complicados de la vida.
    Joaquim Figueras.

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  18. Quiero expresar mi gratitud por vuestra oración.
    Hace un mes, os escribí para pedir oración por mi prima Marta y el bebé. Estaba embarazada y le diagnosticaron preeclampsia. Nos informaron del peligro que corrían ambas, especialmente la madre. La tensión se ponía a 25, no respondía al tratamiento y estaba afectando a distintos órganos, como el hígado o el riñón. La intervención por parte de los médicos se inicia cuando existe riesgo de muerte para una de ellas. Pero que iban a intentar esperar en torno a cuatro semanas para que los órganos del bebé fueran funcionales. ¡Cuatro semanas! Os podéis imaginar la inquietud que aquello nos generó.
    Por la tarde, un sacerdote amigo vino a casa y celebramos la Eucaristía. Mi petición a Dios, y a María, que también es Madre, fue que adelantara la hora, como una vez lo hizo en Caná de Galilea. Y que se obrara el milagro. Al día siguiente, se dieron las circunstancias para que los médicos tuvieran que intervenir. Al final del día, ambas, madre e hija, estaban bien. La niña en UCI. Y la madre con mucho tratamiento, pero fuera de peligro las dos.
    La madre está en casa desde hace dos semanas y la niña sigue evolucionando favorablemente. En pocas semanas estará en casa también.
    Gracias a todos por vuestra oración. Un abrazo muy fuerte. y ¡Feliz Verano!
    Cristina

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  19. Hace unas semanas presenté en una oración la situación laboral de mi hermano Gonzalo ya que tenía que tomar una decisión importante sobre su futuro como agente de seguros. Quería dar gracias a Dios y a vuestra intercesión porque esta semana se ha confirmado la opción de poder asociarse con otro agente de la misma compañía que le permitirá solventar la situación complicada en la que se encontraba e, incluso, ya ha llegado al acuerdo de empezar a trabajar a principios de septiembre en estas nuevas condiciones. Muchas gracias.
    Luis

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  20. Quiero dar gracias a Dios y compartir con vosotros dos buenas noticias.
    Hace diez días quedamos para hacer oración y pedimos por diferentes necesidades. En el momento de pedir por ellas, nos dimos de las manos y sentí que la Virgen María estaba con nosotros. Fue un momento intenso y sentí que la Virgen nos decía: “haced lo que El os diga”. Yo pedí por mis dos sobrinos pequeños, que debían hacerse una prueba médica para descartar una posible enfermedad congénita. También oré, interiormente, por mi tío, que estaba sin trabajo desde hace más de dos años. Mi tío tiene 58 años y estaba muy deprimido por esta situación. Hacía pocos días que mi madre me había pedido que rezara por él, porque estaba muy preocupada.
    La semana pasada les hicieron la prueba a mis dos sobrinos y hoy les han dado el resultado, que ha salido negativo. ¡No tienen la enfermedad! Estamos muy contentos y aliviados por esta buena noticia.
    Y hace dos días, mi tío firmó un contrato indefinido en una empresa de su sector profesional; empezará a trabajar la semana que viene.
    ¡Grandes son tus milagros, Señor Jesús! Gracias

    Bárbara

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  21. Quiero dar gracias a Dios y a vuestra intercesión porque hace unas dos semanas presenté en una oración a una compañera de trabajo a la que le han diagnosticado un cáncer de mama y hoy me ha comentado que está contenta porque le han dicho que no tiene ningún ganglio infectado. Además, ha empezado el tratamiento de quimioterapia y le está dando buen resultado ya que reduce mucho el tumor.
    Gracias.
    Luis

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  22. Quiero dar gracias a Dios por una bendición que es muy importante para mi, mi hermano pequeño tiene trabajo. En la oración del 3 de julio pedí por él porque su situación empezaba a ser insostenible. Hace tres años que su empresa quebró y además de los problemas económicos y familiares que supuso, se quedó anímicamente muy tocado. Una empresa de su sector lo ha contratado para reestructurar el sistema de ventas de sus diez delegaciones. Además de una buena noticia siento que es un milagro. Muchas gracias por vuestras oraciones. Gloria a Dios!
    Mercè

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  23. En mi último comentario os pedí que rezarais por mi tensión arterial que desde hacía unos meses no estaba como debía y mi médico no encontraba el remedio. Hoy puedo decir que por primera vez desde hace mucho tiempo está muy bien. Muchas a gracias a Dios, al médico por encontrar la solución y a vosotros por vuestra oración.

    También quería compartir el texto que el Señor me ha dado hoy mientras oraba: Lucas 8, 11-15:
    La parábola quiere decir esto: La simiente es la Palabra de Dios.
    Los de a lo largo del camino, son los que han oído; después viene el diablo y se lleva de su corazón la Palabra, no sea que crean y se salven.
    Los de sobre piedra son los que, al oír la Palabra, la reciben con alegría; pero éstos no tienen raíz; creen por algún tiempo, pero a la hora de la prueba desisten.
    Lo que cayó entre los abrojos, son los que han oído, pero a lo largo de su caminar son ahogados por las preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida, y no llegan a madurez.
    Lo que en buena tierra, son los que, después de haber oído, conservan la Palabra con corazón bueno y recto, y dan fruto con perseverancia.

    Joaquim Figueras

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  24. Me gustaría compartir con vosotros algo que estoy viviendo. Después de mucho tiempo sin hacerlo, ayer compartí con una persona de la comunidad con la que hacía mucho tiempo que no hablaba. Pude contarle una cosa que me hace sufrir y pedirle perdón por otras que no he hecho nada bien. En esta conversación me he sentido plenamente amada en mi pobreza.

    Quiero dar gracias a Dios por la Luz que recibo de Betania. Sé que si puedo llevar algo de luz a mi familia para atravesar las situaciones oscuras que estamos viviendo es porqué la recibo de Betania. Muchas gracias.

    Pilar López

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  25. Hola!
    Comparto con vosotros algunas cosillas que he vivido estos días en Celorio. Han sido diez días de Ejercicios Espirituales. Este año iba con mucha ilusión, porque la experiencia de años pasados nos dice que son un auténtico regalo. Y por otro lado, un poco reticente a la rigidez de la estructura ignaciana, el lenguaje de los textos, que como son de siglos pasados, me resultan un poco áridos.

    La primera sorpresa fue la primera frase del sacerdote. Nos dijo: ¿Habéis venido a hacer Ejercicios? Pues no vamos a hacer Ejercicios en el sentido estricto de la palabra. Como mucho un retiro ignaciano. Y de repente pensé: ¡Tienes toda mi atención! Todo cuanto se trabajó, San Ignacio, lo vivió y lo reflejó en alguno de sus libros. Los temas tratados son, sin lugar a duda, los que propone en sus ejercicios… pero siguiendo una dinámica muy distinta y con un lenguaje sencillo, claro y actual. El sacerdote daba o había dado clases en Secundaria y era muy didáctico.

    Luego nos leyó el texto de la Anunciación, y nos invitó a que la escuchásemos como si fuera dirigida a cada uno de nosotros. El Ángel del Señor nos invitaba a estar ALEGRES. ¡Alégrate! El Señor está contigo. Algo va a nacer en Ti, será obra del Espíritu Santo y la sombra del Altísimo te cubrirá. Lo expresó con tanto convencimiento que desde ese momento la alegría se instaló dentro y nos abandonó en los diez días.

    No fui con grandes expectativas. Tenía varias cuestiones sin resolver, pero en ningún momento pensé que Dios iba a tener una Palabra sobre ellas. Mi intención era acercarme a Jesús, que lo tenía un poco abandonado, en su faceta humana y divina. El sacerdote nos hizo reflexionar sobre esto: ¿Estoy dispuesto a poner en juego todo lo que soy, en todas las parcelas de mi vida para que Dios diga la Palabra oportuna en el aspecto de mi vida que Él (y no yo) decida tocar? Yo pensé que era una buena oportunidad para decir que sí. Y se obró el milagro. Digo milagro, porque lo que vivimos en esos días tiene que ser lo más parecido a la experiencia de tantos hombres y mujeres que se sintieron amados, perdonados y sanados en lo más profundo de su ser.

    Fui en crisis, respecto a todo lo que he estado trabajando y escribiendo a nivel de espiritualidad. Llegué a pensar que no era válido. Que había perdido el tiempo. Que no me había convertido en mejor persona. Y que, después de todo, tampoco había aprendido a enfrentarme a las situaciones con más madurez. Pues Dios, tuvo la delicadeza, de ir confirmando, a través de las intervenciones del sacerdote, cada una de las cosas sobre las que había escrito, en el mismo orden, con el mismo lenguaje y prácticamente con el mismo guión. Yo sentía: Lo que has escrito no deja de ser una experiencia personal. Puede que no sea válida para otras personas. Pero es válida para ti. Por eso te he hablado en esos términos. Por eso te confirmo en esos términos. Y la persona que habla es un Jesuita. Un experto en acompañamiento. Y ha llegado a conclusiones similares. Y se lo estaba diciendo a personas de 40 años y a personas de 80. Y lo están acogiendo. Él nos habló de la experiencia transformadora de Dios, pero nos dijo también que los cambios son sutiles, a veces casi imperceptibles. Y eso me serenó.

    Todos los años, se me ocurre una frase y una dinámica que marcan los Ejercicios. Y que curiosamente marcan la experiencia de las personas que vamos juntas. Mª José y Ana entran en el juego. Y esa frase y esa dinámica crean como una especie de conexión entre nosotras. Y la experiencia se convierte en comunitaria. La frase que nos ha acompañado todos estos días ha sido: TE QUIERO TANTO… Así que el Amor de Dios ha envuelto de una manera casi mágica todo cuanto hemos vivido. Ha sido una experiencia preciosa. Dios se ha desbordado.
    Un abrazo. Perdonad la parrafada…. Soy así de pesada!!!!! No se me da bien resumir…..
    Cristina

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  26. El viernes pasado nos reunimos para orar y empezamos la alabanza con la canción “Qué hermoso eres”. Aunque la he cantado muchas veces, en esta ocasión me tocó especialmente la parte de la letra que dice “en mi corazón hay una canción que demuestra mi pasión… para Aquel que me salvó”. La alabanza debía nacer de la experiencia y de la conciencia de estar “salvados”. Pero no se trataba de una salvación pasada relacionada con la muerte en la cruz de Jesús hace más de dos mil años ni tampoco de una salvación futura vinculada a la resurrección de los muertos en el día del Juicio. Sino de una salvación presente en nuestra vida, en nuestra historia, por la que debíamos dar gracias a Dios y sentirnos “salvados”. Entonces empecé a pensar en cómo la salvación de Dios se había hecho presente en mi vida y en lo diferente que hubiese sido de no haberse producido esta experiencia. Había tenido la fortuna de ser “salvado” desde muy joven y de que esa “salvación” se hiciese presente en la elección de mi carrera universitaria, en mi trabajo, en mis relaciones personales, en mi vida afectiva, en mi economía, en mi vivienda, en mi trayectoria académica, en mis aficiones, en mi tiempo libre… Todas esas dimensiones de mi vida no serían las mismas sin la “salvación” de Dios, una “salvación” que debo disfrutar, agradecer y testimoniar.
    Jordi

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  27. Ayer llamé a mi prima Maribel y le pregunté por su hija Amaya de 17 años que tiene escoliosis. Desde los 10 años se está tratando con corsé ortopédico aunque el médico siempre les ha dicho que por la evolución de la curvatura de la espalda la única solución es intervenir quirúrgicamente. Les asustó mucho esta opción ya que es una intervención larga y con posibles riesgos. Este año tenían que operarla. En marzo fueron a la revisión y el médico cuando vio la radiografía les dijo que había mejorado y que no había que operar. Estaban muy contentos y no menos sorprendidos por el cambio de diagnóstico después de tantos años.

    Me quedé muy impresionada por esta buena noticia. Cuando hemos rezado he presentado al Señor la escoliosis de Amaya y en una oración en la Pascua del año 2015 un hermano dio una palabra de conocimiento que confirma el paso de Dios en esta situación. La palabra dice así: “Veo algo de huesos pero no sé qué tipo de hueso del cuerpo humano es. El Señor está pasando sanando esta parte del hueso. No sé qué es, una enfermedad o un dolor que tienes. El Señor está pasando y lo podrás comprobar porque volverás al médico y el médico te dirá que el diagnóstico que él te estaba dando en las radiografías ha desaparecido y es la mano de Dios que está pasando por esta parte del hueso en concreto.”

    Doy gracias a Dios por su misericordia y a los hermanos por vuestra oración.

    Marta

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  28. Ayer por la tarde fui a misa y la lectura del evangelio era la pesca milagrosa. Al escuchar cómo Jesús pedía a Pedro que lanzase las redes a un lado de la barca después de haber estado toda la noche faenando sin ningún resultado, me sentí muy identificado con lo que ha pasado con los artículos publicados estos últimos meses. A finales del próximo mes de octubre hará ya tres años que defendí mi tesis doctoral sobre el deporte en la obra de Manuel Vázquez Montalbán. Medio año después, y con un gran trabajo en equipo, una parte importante del contenido de la investigación había sido transformado en cuatro libros. Durante un año y medio busqué diversas vías para publicar estos ensayos, pero por una circunstancia u otra, pese a estar muy cerca, no se concretó ninguna de las opciones. Hace unos meses, una persona me sugirió que intentara publicar en prensa. Al principio me costó asumirlo porque es muy difícil entrar en los periódicos. En el mes de enero se produjeron unas circunstancias y me atrevía a enviar un artículo. Desde entonces han salido publicados siete en cuatro de los cinco diarios de mayor prestigio y difusión de Cataluña. Algo impensable cuando me lo sugirieron. Una pesca milagrosa.

    Jordi

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  29. Estos días he estado meditando el siguiente cuento:

    “Un carpintero tenía tres hijos. Le pidió al mayor que le ayudara a acabar una mesa. El hijo le respondió que tenía otras cosas que hacer. Se lo pidió al segundo que accedió. El padre le indicó qué tenía que hacer y cómo utilizar las herramientas. Al cabo de un rato, se lo pidió al menor que también accedió. Al pequeño el padre también le indicó qué tenía que hacer para acabar la mesa.

    Los tres hijos terminaron el día muy contentos. El mayor, porque había sido capaz de decirle al padre que ya era un adulto y que tenía sus propias responsabilidades. El mediano, porque se sentía importante al haber podido ayudar a su padre. Y el pequeño porque su padre le había enseñado el oficio de carpintero.”

    En mi relación con el Señor me siento reflejada en la actitud del hermano mediano y me he quedado muy sorprendida ante la actitud del hermano pequeño. Me daba la sensación que su actitud es la de una persona que cree de veras. Cree que es hijo de Dios, cree en el amor del Padre y que éste por amor le da su Espíritu. Cree que es imagen de su Padre. Me ha dado mucha luz porque pensaba que en mi relación con Dios puedo dar un paso más y aspirar a ser como el hermano pequeño.

    Marta

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    1. Volviendo a leer el cuento me he fijado en lo siguiente: el carpintero pide ayuda a sus hijos para acabar una mesa. Y pensaba en Jesús que pide a sus hijos acabar con su obra, continuar con su obra y para ello les da su Espíritu y con su Espíritu sus dones (las herramientas del carpintero). Recordaba la reflexión de Jordi sobre la institución de la Eucaristía como el testamento de Jesús antes de su muerte. Pensaba que el Espíritu Santo también es la herencia del Padre. Pero solo el hijo pequeño es consciente de esta herencia porque cree en su amor. Y me acordaba del Evangelio de Juan capítulo 14 versículo 12: “en verdad, en verdad os digo, quien cree en mí, también hará las obras que yo hago y aún mayores, porque yo me voy al Padre.” Por eso el hijo pequeño agradece el oficio de carpintero.

      Marta

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    2. Estos días meditaba la frase del cuento que dice: “Los tres hijos terminaron el día muy contentos.” Pensaba en la alegría del hijo pequeño porque su padre le había enseñado el oficio de carpintero y me llevó a recordar la alegría del padre del hijo pródigo cuando el hijo perdido vuelve a casa. En la parábola de la biblia el hijo mayor no entiende porque su padre quiere celebrar la vuelta de su hermano. Y el padre le contesta: “Hijo mío, tú siempre has estado conmigo, y todo lo mío es tuyo.” Esta respuesta me dio luz para entender la alegría del hijo menor del cuento. Los tres hijos viven con el padre y pueden disponer de todo lo que hay en su casa pero solo el menor acoge y reconoce que todo lo de su padre es suyo y en ello veía la razón de su dicha.

      Marta

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  30. Hace tres meses me operaron de la rodilla porque tenía el menisco roto. La operación fue bien y también la recuperación ha sido buena. Solo había una cosa que, pasado el tiempo, no podía hacer: al agacharme sentía dolor en la rodilla. Como anteriormente ya me habían operado de la otra rodilla por lo mismo y esto no me había pasado, pensé que debía acostumbrarme a no agacharme así y aceptar esta pequeña limitación. La verdad es que estaba contenta porque podía hacer vida normal y todo había ido bien, a pesar de esto. Entonces, el día 11 de agosto, tuve un sueño con Sta. Clara que me emocionó mucho y en el que sentí que me quería hacer un regalo: curarme la rodilla del todo. A la mañana siguiente, lo primero que hice fue probar y agacharme, y ya no sentía dolor. Estaba muy sorprendida, casi no lo podía creer. Lo hice varias veces seguidas y no sentía ninguna molestia. Además, ese día se celebraba su onomástica y me parecía increíble lo que me había pasado. Desde entonces, cada día vuelvo a comprobarlo y cada día puedo agacharme con total normalidad, sin notar dolor. Se que ha sido un regalo y hacía días que quería compartir este testimonio.
    Siento que me haya costado creerlo y compartirlo, pero te doy gracias por tu cuidado infinito, Señor. Gracias Sta. Clara

    Bárbara

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  31. ¿Estás por lo que estás?

    Ayer escribí un testimonio en el blog de algo que me pasó hace más de un mes. Estaba contenta por haberlo compartido pero, a la vez, sabía que había tardado demasiado tiempo en explicarlo. Hoy seguía pensando por qué me había pasado esto, por qué había esperado tantos días en explicarlo. Pensad que, el testimonio que compartí, era algo que físicamente podía comprobar cada día y ver que era verdad; no es algo que pudiese olvidar fácilmente ni obviar, como si nada. Y hoy, de repente, he sentido: “¿Estás por lo que estás?” Me he quedado muy parada y entonces he recordado una predicación de Josep.
    Cuando María Magdalena va al sepulcro de Jesús y descubre que no está su cuerpo, no sabe qué pensar, no sabe qué creer. ¿Lo habrán robado? Entonces, aparece un hombre que le pregunta qué le pasa, ella responde nerviosa y al final comprende que es el Señor. Pero al principio no lo sabe, duda, sufre, no sabe qué creer… Y dice el texto bíblico que pensaba que “era un desatino”. Josep predicó, sobre esta sensación o sentimiento de “desatino”. Y recuerdo perfectamente que cuando lo hizo me iluminó y me ayudó mucho.
    A veces, no sabemos qué creer, nos cuesta creer, aceptar que Dios ha pasado y ha hecho algo. Y dudamos o callamos o le damos mil vueltas esperando que alguien nos lo confirme, y mientras tanto pasa el tiempo; y Dios ya ha hecho el milagro, ha pasado por nuestra vida. Mi actitud, durante muchos días ha sido esta, creer que era un desatino lo que había pasado, lo que había soñado y sentido; esperaba y esperaba no se muy bien por qué… ¿Qué más me podía pasar? ¡La rodilla ya estaba curada, ya no me dolía! ¿Qué otro signo necesitaba, para creérmelo y compartirlo?
    Cuando hoy he sentido: “¿Estás por lo que estás?”, he entendido que me cuesta, que dudo, que tengo miedo de creer, que no me resulta tan fácil… No se por qué pero es así. Y sentía que cuando nos pasa esto detenemos a Dios, y hasta que no aceptamos que le hemos encontrado en algún rincón de nuestra vida, que le hemos visto y oído, y lo decimos a los demás, Dios está “parado”, a la espera. Como si no pudiese seguir con el siguiente paso, mostrándose en el siguiente rincón de nuestra vida, porque no le hemos reconocido anteriormente cuando ha venido… Creo que la respuesta a la pregunta del Señor que hoy he sentido solo puede ser: “sí, Dios mío, creo en ti, tu eres Dios”.
    Que el asombro y la incredulidad que a veces sentimos no sean un impedimento para la obra de Dios.

    Bárbara

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  32. Hace diez años tenía molestias en los huesos, fui al traumatólogo y me diagnosticó artrosis. Me dijo que debía de reforzar la musculatura para evitar al máximo la degeneración progresiva de la enfermedad. Me asusté un poco, yo tenía 37 años y me parecía una enfermedad precoz a mi edad. Al cabo de unos días fui a ver al médico de la Seguridad Social para que me diese la medicación para la artrosis y, al ver las radiografías, me confirmó el diagnóstico.
    Hace un mes volví a ir al traumatólogo por un problema muscular en el hombro y le expliqué el diagnóstico que me habían dado los médicos 10 años atrás. Me dijo que me hiciese una serie de pruebas y que volviese. En la segunda visita me confirmó que tenía un problema muscular en el hombro pero que no tenía artrosis. Yo me quedé muy sorprendida y fui a otro traumatólogo. Le llevé las pruebas y me dio la misma opinión, no veía nada de artrosis, yo no me lo podía creer. En esa visita llevé también los pruebas de hace diez años y el médico me dijo que reconocía que en el 2006 tenía un problema de degeneración de los cartílagos pero que ahora no había rastro de la enfermedad. De hecho, me dijo has de estar muy contenta porque la artrosis no se recupera, siempre degenera.
    Es una muy buena noticia, una Gracia de Dios enorme. En la Pascua del 2015, en Cantabria Francesc dio una palabra de conocimiento que decía que una persona se iba a curar de los huesos y que lo sabría cuando llevase al médico las radiografías. Esto es exactamente lo que me ha pasado. Gloria a Dios.
    Isa

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  33. Quería compartir la reflexión que durante estos días me han suscitado dos textos del evangelio. El primero es el del domingo pasado y hace referencia al seguimiento de Jesús (Lc 14, 25-33). Me sorprendió mucho el contraste entre la exigencia de Jesús a quién quiera seguirle (negarse a sí mismo, coger su cruz, renunciar a los bienes, dejar a padre, madre, mujer e hijos) y la sensatez que transmite en las parábolas que utiliza para aclarar el significado de sus palabra (calcular los gastos antes de edificar una torre o enviar legados para pactar cuando tu ejército tiene la mitad de hombres). Me parece que Jesús se refiere a que la radicalidad de su seguimiento no ha de ser irracional sino que de estar en consonancia con el sentido común. Sus discípulos han de ser prudentes, no deben lanzarse a la aventura sin medir antes sus fuerzas y sus posibilidades. Porque si al final las cosas no salen bien quedará en entredicho la obra de Dios. Y eso Jesús no lo puede permitir porque se trata del Reino de su Padre. A veces en el seguimiento de Jesús adoptamos una actitud un poco ingenua respecto a la Providencia divina, creyendo que si hacemos las cosas por Dios, Él proveerá. Es decir, que si Dios quiere que edifique una casa, aunque no tenga suficiente dinero ya llegará más adelante, o si quiere que gane una batalla, no importa que no tenga suficientes soldados. En cambio, Jesús nos sugiere que planifiquemos, que pensemos antes si disponemos de los recursos y de las herramientas precisas para llevar a cabo lo que nos pide, y que hasta que no tengamos lo necesario para tener unas ciertas garantías de éxito no nos lancemos a la aventura. ¿Verdad que no actuaríamos imprudentemente con las cosas que nos importan, familia, bienes o sentimientos? Pues si de verdad amamos a Dios y su obra, como Jesús, tampoco debemos dar un paso adelante hasta que estemos preparados y tengamos la seguridad de que el nombre de Dios no quedará en entredicho si fracasamos.

    Jordi

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  34. El segundo texto evangélico es del jueves pasado, conmemoración del nacimiento de la Virgen María, y se refiere al papel de José ante la noticia de que la mujer con quien estaba desposado iba a tener un hijo (Mt 1, 1-16). El acto de fe de José, tras la aparición del ángel, en que el niño que María llevaba en su seno había sido engendrado por el Espíritu Santo, me ha hecho pensar sobre la importancia de los hermanos en la vida espiritual. Que José creyera firmemente en la experiencia de Dios de María y decidiese seguir a su lado y no repudiarla fue vital para que se cumpliese el designio de Dios. Entre otras cosas porque seguramente María tenía muchas dudas, entendía tan poco como José, o menos, cómo podía ser que estuviera en cinta y necesitaba su compañía para saber que el hijo de sus entrañas era de Dios y que tenía que cuidarlo y hacerlo crecer. Esta “gracia de José” creo que es muy importante en la vida comunitaria. Muchas veces las experiencias espirituales que vivimos requieren del apoyo y de la fe de nuestros hermanos para que puedan acabar de formarse (como Jesús en el seno de María), salir a la luz y crecer, pues a quien primero le cuesta creer que esa vivencia es de Dios es a la persona que la ha tenido. Por otro lado, a veces el maligno nos hace dudar sobre la idoneidad de esa persona para recibir ese regalo divino (por qué esa persona que tiene tales o cuáles defectos ha tenido esa experiencia y no yo u otra persona más “santa”). Seguro que las habladurías alrededor de María fueron constantes durante el embarazo y durante el resto de su vida. Por eso es tan importante esta “gracia de José”, porque la experiencia espiritual necesita de la fe, de la confianza para poder crecer. En este sentido, todos nosotros tenemos la responsabilidad de que la semilla que Dios ha puesto en el otro pueda crecer y dar el fruto previsto. Curiosamente, mientras el jueves pasado sentía esto en la Eucaristía, Bárbara experimentaba las dudas sobre si la curación de su rodilla era verdadera o no. Qué importante es confiar en lo que Dios hace en los hermanos, confirmarles sus vivencias y recordarles el paso de Dios por sus vidas.

    Jordi

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  35. Hace bastantes meses que mi padre estaba mal de la cadera. Al principio, pensaba que era un problema de la rodilla; cada vez iba más cojo y sentía más dolor. No acababa de saber dónde estaba exactamente el problema hasta que se hizo unas pruebas. Entonces le dijeron que tenía un desgaste importante en la cadera y que la única solución era operarse para ponerse una prótesis. En el mes de junio se hizo las pruebas preoperatorias, a la espera de que le dieran fecha para la operación. Ese mes, también, hicimos oración y rezamos por la cadera de mi padre, entre otras muchas cosas.
    Hace dos días hablé con él y le pregunté por la operación porque me extrañaba que aún no le hubieran dicho nada. Cual fue mi sorpresa cuando me dijo que se encontraba muy bien, que por ahora no va a operarse porque ha recuperado la movilidad de la pierna y que apenas siente molestias. De ir cojo y con muletas durante varios meses, sintiendo dolor y sin poder hacer los movimientos habituales, ha pasado a encontrarse bien, sin notar a penas molestias. Ya no necesita ir con muletas y camina con normalidad. Mi padre me decía que seguramente, la medicación que está tomando para fortalecer los cartílagos le ha ayudado; yo no lo dudo pero me asombra que en tan poco tiempo su cadera se haya recuperado así. El médico se quedó muy parado cuando mi padre le dijo que se encontraba bien, y han decidido posponer la operación. Me he quedado muy sorprendida y feliz al saber todo esto.
    Hoy recordaba que, hace unas semanas, Marta compartió la mejora inesperada de la escoliosis de la hija de su prima, que ya no ha de operarse. La semana pasada, yo di testimonio sobre la curación de mi dolor de rodilla. Isa ha dado testimonio sobre la curación de su artrosis. Ahora mi padre me explica la mejora repentina de su cadera. Y todo ello son problemas por los que hemos orado. Parece que cada vez que alguien comparte alguna cosa, de pronto otra persona tiene un nuevo testimonio sobre alguna acción de Dios ¡Cuántas otras cosas habrán pasado, de las que quizás ni nos hemos enterado!
    Siento que hemos de gracias a Dios por su bondad y, sobre todo, compartir sin temor todas sus obras.

    Bárbara

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  36. El 15 de julio mi jefa de mi trabajo en la Diputación de Barcelona me comunicó que nuestro Gerente había decidido hacer una serie de cambios organizativos y que uno de ellos sería que a mí me ascenderían de cargo pasando a ser Jefe de la Unidad de Formación. En ese momento me sorprendió y me hizo mucha ilusión que me lo propusiera aunque también tuve una sensación de gran responsabilidad.

    Me dijo que debía esperar a la confirmación final después de verano ya que lo tenía que aprobar el departamento de Recursos Humanos de la Diputación. También me comentó que tendría algunas personas a mi cargo pero que el trabajo que haría sería básicamente el mismo que hasta ahora con un incremento de salario.

    Pues bien, ayer, día de mi cumpleaños, cuando estaba hablando con mi jefa de un tema pendiente, de repente, me dijo que el 1 de octubre me nombraran Jefe de la Unidad de Formación y que ya estaba todo confirmado. Tuve una gran alegría y emoción. Fue una coincidencia muy bonita que me lo dijera justo el día de mi aniversario.

    En una oración que hicimos en mayo de 2015 un hermano dio una palabra de conocimiento en la que me he sentido muy identificado en esta situación laboral:

    “Hay una propuesta de trabajo. No es que cambies de trabajo. Es como si donde estás te ofrecieran un proyecto muy concreto. Y es algo que te asusta porque es algo muy gordo. Y el Señor te dice: “Ok, tira hacia delante. Esto es para ti y verás como eres capaz de hacer esto y mucho más”. Es como si, a partir de aquí, en tu trabajo hay un cambio de actitud contigo. Estás ahí, se te valora, pero a partir de este proyecto, habrá un cambio con la relación de tus compañeros, de tus jefes y contigo”.

    Doy gracias a Dios por este trabajo y a los hermanos por su oración.

    Luis

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  37. Quiero dar gracias a la Virgen de Medjugorje por los días que estuvimos allí y por las gracias recibidas. Fuimos este verano con Quim y Tere. Fueron unos días preciosos y muy especiales. Todo salió rodado y la presencia de la Virgen se sentía en todo momento.
    Me apunté en el móvil las peticiones de mi familia y de amigos por los que quería rezar especialmente.
    Hoy quiero dar testimonio de 3 peticiones que se han cumplido y que eran situaciones bastante complicadas de resolver.
    La primera es que mi cuñada ha entrado como maestra en el colegio que ella quería. Era difícil porque es un centro público y ella es interina. Pero resulta que tenía justamente las cualidades que el colegio necesitaba para cubrir una baja larga para este curso.
    La segunda es que al marido de mi sobrina, que es comandante de vuelo, le habían destinado a Roma. Se acababan de comprar una casa en Teià y habían tenido que alquilar otra en Roma para estar juntos ya que tienen una niña muy pequeña y no querían vivir ella aquí y él allí. En fin, todo era un poco triste. Nos dio mucha pena que se fueran porque pensaban que por lo menos estarían en Roma uno o dos años. Le presenté a la Virgen esta situación para que la cambiara y pudieran volver pronto. Pues hace unas dos semanas mi sobrina nos llamó para decir que a mediados de octubre volvían aquí. Le habían cambiado el destino y el nuevo era Barcelona. Esto es un milagro. Porque es súper complicado entender cómo ha podido pasar.
    Y la tercera situación es que mi hija Lía este año quería empezar derecho en la universidad. En junio no entró por nota. Fue un disgusto para todos. Entró en su cuarta opción que era Relaciones laborales en la UB. Este lunes empezó las clases. Pues el miércoles la llamaron de la universidad para decirle que en la tercera reasignación había sido admitida en el doble grado de Derecho y Gestión y administración pública. Resulta que no sabemos por qué la pusimos como su tercera opción de carrera. Pero la nota era superior a la que pedían en derecho y ya nos lo quitamos de la cabeza. Ha sido un gran regalo porque así puede hacer 2 carreras a la vez y le dan muchas facilidades de horarios. Además la universidad está al lado de casa! Ella está muy feliz y nosotros también.
    Por eso quiero dar gracias a María, nuestra Madre. Por todas las muestras de amor y cariño. Por todos sus mimos y guiños en nuestro día a día.
    Lili

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  38. Quería compartir algo que llevo reflexionando unos días, es a raíz del cuento que escribió Marta el día de 7 septiembre. Para empezar os diré que soy aprendiz de carpintero, me he dado cuenta que después de muchos años me apasiona este oficio, es más creo que es lo que más me entusiasma en esta vida. Puede parecer un poco presuntuosa esta frase, pero desde que leí el cuento me sentí identificada con el hermano pequeño.
    Ser aprendiz tiene muchas ventajas, para empezar significa que tienes un maestro, las herramientas y la supervisión de alguien que sabe mucho más que tu.
    Como estoy aprendiendo muchas veces cometo errores (os diré que me da muchísima vergüenza cometerlos), en algunos casos quiero esconderlos y que no se noten, tapándolos con algún parche que creo que nadie ve. Pero el que conoce el oficio los reconoce al instante, es más seguramente ve algunos errores que yo no he visto, en ese momento querría dejar el oficio y pienso que seguro que hay alguien que podría hacerlo mejor que yo y que no vale la pena tanto esfuerzo. Pero el hecho de que sigan confiando en mi me anima y me alienta a seguir trabajando en nuevos proyectos. Si alguien confía en que puedo aprender y mejorar, yo me lo creo y eso me da fuerza para seguir adelante.
    En nuestro taller hay momentos de nervios, estamos en proyectos muy importantes y que requieren mucha concentración. Hemos de ser muy rigurosos, en algunas ocasiones las piezas se nos han roto y hemos llorado mucho, aún así sigo trabajando porque es lo que me apasiona. No concibo la vida sin mí taller en donde puedo sacar lo mejor de mí y entre todos tapar mis deficiencias y reconducirlas para crear algo nuevo cada día.
    Tere

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  39. He leído el testimonio de Tere y me encanta. Me ha emocionado la manera de expresar su vivencia como aprendiz de carpintero. Me siento cerca de lo que explica y me da luz. Me hace sentir lo valioso y bonito que es que estemos juntos en el taller del carpintero, porque caben muchos aprendices y aunque a veces nos equivoquemos también podemos ayudarnos, animarnos mutuamente, reconocernos y aprender. “Si alguien confía en que podamos aprender y mejorar, nos lo creemos y tenemos la fuerza para seguir adelante”. Me encanta esta frase y creo que es muy importante y cierta. Me recuerda, también, a lo que compartió hace unos días Jordi, sobre el papel de San José con la Virgen María.
    Me gusta mucho el reconocimiento que Tere da al oficio de carpintero, la confesión de que siendo aprendiz en el taller del carpintero es feliz, porque es lo mejor, lo más apasionante que nos puede pasar. Gracias por tu testimonio Tere.
    Y gracias, también, Marta por haber escrito el cuento en el blog y compartir todo lo que vas viendo. Este blog es una herramienta genial, me ayuda mucho

    Bàrbara

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  40. Hace cinco meses os pedí oración por mi prima Marina, que estaba embarazada de gemelos. Quería compartir que mi prima ya ha tenido a sus hijos y que se encuentran bien. Como los bebés son un poco pequeños todavía, tendrán que estar un tiempo en la incubadora pero están sanos y mi prima muy feliz. Os agradezco mucho vuestra oración y doy gracias al Señor y a la Virgen por esta buena noticia.

    Bárbara

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  41. Esta semana hemos tenido un problema en el colegio bastante importante que afecta a toda la escuela pero especialmente a un curso en concreto de primaria y a su tutora. El Señor nos está ayudando mucho a saber cómo llevarlo por eso quiero darle muchas gracias y os pido vuestra oración para que nadie salga perjudicado, que el Señor ponga luz en toda esta situación y en todas las personas implicadas.
    Muchas gracias

    Gemma

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  42. Hoy me han llamado desde Cádiz para comunicarme que el jurado del Premio de Ensayo Cortes de Cádiz de Ciencias Sociales ha hecho constar en acta una mención especial por la calidad del texto que presenté. Este mismo manuscrito llegó a la fase final del Premio Memorial Walter Benjamin y quedó finalista del Premio Catarata. Por tanto, es el tercer reconocimiento que recibe. Curiosamente, hoy es el aniversario de la muerte de Manuel Vázquez Montalbán (13 años). Un signo y un regalo precioso que se añade a lo que comenté sobre la pesca milagrosa.
    Jordi

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  43. Hace días tuve una discusión con una persona. Fue un momento desagradable, me quedé mal y estuve días removida interiormente. No sabía qué hacer; si intentar solucionar la situación, tomando la iniciativa y pidiendo disculpas a esa persona, o esperar.
    Normalmente, me cuesta enfrentarme a las discusiones y me pongo nerviosa pero cuando me enfado con alguien lo paso mal y en seguida deseo que la situación se normalice. Quiero superarlo y que no me afecte. Me siento culpable y quiero que la otra persona vuelva a aceptarme.
    ¿He de pedir perdón y disimular, aunque me haya sentido ofendida? ¿He de distanciarme de esa persona? ¿He de esperar que se disculpe conmigo?
    Todavía con el conflicto sin resolver, decidí presentárselo a Dios y rezar. Tuve la intuición de leer “La mística de la Palabra”, de Josep. Abrí el libro y me salió un capítulo titulado El perdón, y pensé que me venía como anillo al dedo. Lo primero que me pasó, al leerlo, es que recobré la calma.
    El hecho de aceptar mi confusión, mi enfado y reacción, me tranquilizó. Aceptar que había perdido la calma y que soy vulnerable, me pareció, de pronto, normal. Poder presentárselo a Dios fue un consuelo.
    Saber que no estamos solos ante las dificultades de la vida y que siempre podemos aprender, me llena de confianza. Gracias Josep, tus palabras inspiradas me han dado luz, esperanza y paz.

    Bárbara

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  44. Gracias Bárbara por tus palabras.

    Han pasado algo más de dos semanas desde que unos padres se presentaron en el colegio con unas acusaciones graves contra una maestra de primaria.
    Durante estas dos semanas hemos intentado esclarecer el asunto para saber que había sucedido y poder tomar las decisiones más adecuadas.
    El Señor nos ha acompañado en todo momento y aunque el asunto nos ha dado bastante trabajo, nos hemos sentido acompañados i aliviados por el Señor en todo momento. Paso a paso lo que parecía una gran oscuridad se ha ido iluminando de manera que se ha podido demostrar que las acusaciones de estos padres no eran verdaderas y el resto de los padres del curso afectado, una vez aclarados los hechos, se han posicionado a favor de la maestra y han mostrado su apoyo unánime hacia ella y hacia el colegio.
    Doy gracias a Dios por cómo se ha resuelto el asunto, por cómo nos hemos sentido acompañados, nos ha dado la paz que necesitábamos, en dos semanas hemos dado el tema por resuelto y el perjuicio personal creemos que ha sido mínimo.
    La búsqueda de la verdad por parte del colegio y de los padres nos ha unido y hemos mejorado la relación de confianza entre las dos partes.
    Gracias por vuestras oraciones que han iluminado nuestro camino.
    Gemma

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  45. Hoy le pido a Dios por una persona de mi familia que tiene cáncer y os pido a vosotros también, que intercedáis por él.
    Señor, pongo a tus pies a José, su enfermedad, su riñón y la operación que le harán próximamente.
    Mientras pensaba en escribir en el blog para pediros oración me han enviado un mensaje con la imagen de la Virgen de Fátima, para hacerle una petición especial. Le pido a la Virgen que interceda y cuide a José.
    Gracias a todos. Gracias Señor.

    Bárbara

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  46. Hace unos días una persona nos explica un sueño que ha tenido y que cree quiere decirnos algo. En el sueño esta persona está esperando en un restaurante a otro amigo que viene con un señor muy importante. Y en vez de venir ellos, nos vamos presentando el grupo de personas a las que nos explica este sueño. Y entonces dice que le invadió una tristeza muy profunda pero agradable y vio a la Virgen María y su alegría por el nacimiento de la promesa de Dios y al mismo tiempo sintió que María tuvo una premonición de la pasión de su Hijo.

    Cuando escuché el sueño me impresionó mucho y sentí que la Virgen María lloraba por mi pecado. El pecado de no reverenciar la obra de Dios, de no cuidar a mis amigos como un tesoro, de no valorar los regalos de Dios porque son gratis y cotidianos.
    Tengo la sensación de que no puedo hacer nada para acercarme a Dios y necesito el dolor redentor de María y la cruz de Cristo que venzan mi pecado.

    En el sueño, un señor muy importante nos invita a una comida. Pensaba que podía ser el Señor, Jesús que nos invita a comer con Él, nos invita a compartir Su Corazón, Su Misericordia por nosotros.

    Marta

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  47. Esta semana han operado a José, el marido de mi madre, de un tumor en el riñón. Hace menos de un mes que escribí en el blog para pediros oración por él. En aquel momento, todavía no le habían dado fecha para la operación y estábamos preocupados y nerviosos. Todo ha ido muy rápido, la operación ha salido bien y le han podido quitar el tumor sin más complicaciones. Los médicos nos han dicho que podemos estar tranquilos. Ayer ya le dieron el alta y está en casa recuperándose.
    Doy gracias a Dios porque todo ha ido bien y gracias a todos por vuestra oración y atención. José me dice siempre que tengo mucha suerte por tener los amigos que tengo y se que para él ha sido un consuelo saber que orabais por él.

    Bárbara

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  48. Hace dos meses tuve una discusión con una persona de mi familia y me enfadé mucho. Me sentí muy mal y se lo presenté al Señor porque no sabía qué hacer.
    Unos días después de tener esta discusión, leí un capítulo de la “Mística de la palabra”, titulado “El perdón”, que me dio luz y me ayudó. Sentí que el Señor me acompañaba en ese momento, en ese hecho concreto de mi vida, y me tranquilicé. Lo escribí en el blog porque sabía que era importante, aunque sentí que aún no había acabado.
    Este sábado quedé con Marta para ir a la catedral y cruzar la puerta santa, en este año jubilar de la misericordia. Cuando Marta me lo dijo sentí que tenía que ir, que era una oportunidad. Me vino a la mente la persona con la que me había enfadado, decidí escribirle una carta para reconciliarme y se la envié por mail. Cuando, al día siguiente fuimos a la catedral, me confesé y recé por mi relación con esta persona. Fue un momento muy bonito y me sentí reconciliada y confiada.
    Al día siguiente recibí una respuesta preciosa de esta persona. Nos hemos arrepentido y reconciliado. Doy gracias a Dios por poner luz y amor donde nosotros no llegamos.

    Bárbara

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  49. El pasado sábado fui con Bárbara a la catedral y a cruzar la puerta santa. Cuando estaba allí tenía presente el significado del año de la Misericordia y el símbolo de la puerta que nos explicó Josep en el retiro de cuaresma en la parroquia. Y mientras pasaba por la puerta santa pensaba en Jesucristo. “Mira que estoy a la puerta y llamo, si alguno escucha mi voz y abre la puerta, yo entraré a él y cenare con él y él conmigo” (Ap 3, 20). Y estas palabras del Apocalipsis me han llevado a recordar el sueño en el que vamos a comer con un señor muy importante. Siento que es Jesús quien nos invita y nos llama a ser Uno con Él y entre nosotros. Pensaba que es algo muy profundo pero a la vez cercano a nuestras vidas. Cuando quedo para comer con mis amigos es un momento sagrado porque es una oportunidad para encontrarnos y hacer presente a Dios en el compartir y al mismo tiempo es algo cotidiano.

    Al poco tiempo empezaba la misa de celebración de Cristo Rey y el sacerdote proclamó con fuerza que Cristo es el Rey del Universo. Sus palabras me transmitieron el deseo y el honor de que Cristo fuera el rey de mi vida. Recordaba el evangelio de Lucas cuando Jesús va a la sinagoga y lee el libro del profeta Isaías: “El espíritu del Señor está sobre mi, porque me ungió para evangelizar a los pobres, me envió a predicar a los cautivos la libertad, a los ciegos la recuperación de la vista, para poner en libertad a los oprimidos para anunciar un año de gracia del Señor.” Y pensaba que para que Cristo pueda ir conquistando mi vida es necesario reconocerme pobre, ciega, cautiva.
    Y recordaba que la luz de Dios, la buena nueva en mi vida ha llegado siempre a través de los otros, a través de las personas que tengo más cerca, a través de sus dones, su cariño, su disponibilidad, su tiempo, su confianza.

    Gracias,

    Marta

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  50. Hace unos días, asistí a una adoración ante el Santísimo que organizó el grupo de jóvenes de la parroquia. Es un tipo de oración en la que a veces me cuesta sentirme cómoda: no logro fijar la atención y me distraigo con facilidad. Pero este no fue el caso de ese día. Las personas que la llevaban intercalaban cantos, momentos de silencio y lecturas que me ayudaron mucho a frenar la mente y estar atenta al Señor.
    Uno de los textos que se leyeron, parte de un escrito papal del que no recuerdo la referencia, era una exhortación a una frase del Padrenuesto: “perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden”. Este comentario me hizo recordar la cita bíblica sobre la que reflexioné cuando se inició este blog (“Si vosotros perdonáis a otros sus faltas, también os perdonará a vosotros vuestro Padre celestial”) y evoqué lo que Dios me dijo en ese momento: el amor y el perdón van ligados. A nosotros nos es casi imposible perdonarnos porqué no nos amamos lo suficiente, pero el Amor de Dios para cada uno de nosotros no tiene límites y no puede menos que perdonarnos. Por increíble que parezca, nos ama tal y como somos. Así que en la adoración me supe, de nuevo, amada como soy y perdonada.
    Quiero dar gracias a Dios por el grupo de jóvenes de la parroquia. Gracias a ellos he recuperado lo que Dios me dijo en 2014 y, en parte, había olvidado. Pero también quiero dar gracias a Dios por este blog y todos los que dejáis en él vuestro testimonio. Gracias porqué me mostráis el rostro de Dios.

    Pilar L.

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  51. Hace unos dos meses compartí en este blog que en mi trabajo, me habían comunicado un ascenso de cargo y que tendría lugar el 1 de octubre. Finalmente, se ha hecho oficial hoy, 1 de diciembre, y quería dar gracias a Dios y a todos los que habéis intercedido por esta situación.

    Este septiembre hizo 20 años que entré a trabajar en la Diputación de Barcelona y para mí fue un regalo de Dios cómo accedí a este trabajo. Ahora, siento que, una vez más, Dios me cuida a través de mi trabajo y aunque tengo una sensación de cierta responsabilidad, la palabra de conocimiento que dio un hermano en una oración en mayo de 2015, en la que el Señor decía: “Ok, tira hacia delante. Esto es para ti y verás como eres capaz de hacer esto y mucho más”, me da mucha confianza porque me recuerda que Dios está presente en mi vida.

    Gracias Señor.

    Luis

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  52. El pasado domingo David y Guille jugaron un partido de básquet contra el equipo de Matadepera. Quim y Tere cuando supieron del evento nos invitaron a comer. Sentados a la mesa, todos juntos, compartiendo, me recordó las palabras del testimonio de Marta, pero sobre todo me recordó la letra de la canción: “Nada nos separará del amor de Dios”.
    Me sentí muy afortunada y especialmente muy agradecida. Siento que somos muy agraciados en todo: en nuestra familia, en nuestros trabajos, en nuestras relaciones, y especialmente en sentir y vivir, día a día, el amor de Dios. Gracias a todos por recordármelo.
    Soco

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  53. Hoy han operado a mi sobrino Rubén de la rodilla y todo ha ido bien, gracias a Dios.
    A principios de noviembre, le regalaron a mi sobrino, para su 11 cumpleaños, su primer móvil. Durante estas semanas, hemos estado escribiéndonos wasaps y yo le preguntaba, a menudo, por su rodilla. Siempre me respondía que tenía un poco de dolor pero que estaba bien, y en seguida me preguntaba, “tía, ¿y tú cómo estás?, ¿cómo te va en el colegio?…”, y así hablábamos un rato. Yo pensaba que es increíble que un niño de esta edad se preocupe por las cosas de su tía, que nunca se queje, y pensaba “ya es un adulto, aunque sea pequeño”. Ayer, cuando le escribí un último mensaje antes de la operación de hoy, me dijo “sin duda que va a ir bien, muchas gracias tía”.
    A mi sobrino le hicieron un operación complicada, hace un año, y ha tenido que cuidarse mucho. Aunque es pequeño ha pasado por una situación difícil y ha aprendido muchas cosas durante todo este proceso. Sigue siendo un niño, cree en la magia de la Navidad y se emociona pensando en los regalos; pero a la vez, sabe que, a veces, la vida es dura, que hay que afrontar problemas y se preocupa por los demás.
    Cuando pienso en mi sobrino me viene a la cabeza la frase de Jesús en el Evangelio “sino os hacéis cómo niños...”


    Hoy, cuando he hablado con mi cuñada -la madre de Rubén- me ha dado las gracias por rezar por la operación y me ha pedido que le diera las gracias a todos mis amigos por rezar siempre; me ha dicho que se siente muy querida por esto.
    Señor, me encanta cómo nos hablas y todo lo que haces en medio de nosotros! Gracias

    Bárbara

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  54. Este Verano estuvimos en medjugorje con Grego y Lili, antes de ir les comenté a mis amigas del gym si querían que rezase por alguna intención, una de ellas me pidió si podía rezar por una situación que estaba viviendo muy complicada, después de una separación muy dura tenía que vender su casa, llevaba mucho tiempo intentándolo y no lo conseguía, cuando estuvimos en medjugorje, le pedí a la Virgen que le concediera este favor, ayer nos envió un whatsapp al grupo diciendo, muchas gracias Tere por tus oraciones en medjugorje, he vendido la casa!! Estoy muy contenta por ella y por como la Virgen a actuado en una situación tan difícil.

    Tere

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  55. Cuando he leído el testimonio de Bárbara me he alegrado mucho y me he emocionado cuando dice que su cuñada nos da las gracias por rezar. Su agradecimiento me ha hecho pensar que es un privilegio poder interceder por las necesidades de las personas. Es una manera de estar cerca de sus vidas y de estar cerca de Dios al compartir el sufrimiento y la alegría de Dios por ellas.

    Marta

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  56. Estos días de Navidad han coincidido dos hechos contradictorios. Por una parte, mucha gracia. Dones que parecía que se habían perdido, o que nunca existieron, se vuelven a manifestar con una rotundidad abrumadora. Y estos dones más místicos conviven con un reconocimiento de la dimensión intelectual que se hace presente en la prensa. Sorprende el desbordante torrente de gracia que jamás ha dejado de manar de la fuente, aunque en periodos de niebla no fuera consciente de ello.
    Por otra parte, renacen antiguos fantasmas del pasado alimentados por actitudes del presente. Resulta desconcertante ver cómo en ocasiones la gracia, en vez de generar un clima de respeto, veneración y agradecimiento, provoca los efectos contrarios. Es evidente que la responsable no es la gracia, sino nuestra respuesta ante la iniciativa de Dios.
    Oraba sobre todo ello, y de repente me he acordado que mañana es la fiesta de los Santos Inocentes. Un monarca que tiene el privilegio de acoger en su reino al Mesías decide matarlo. Y no solo a Él, sino a multitud de inocentes que tuvieron la fortuna de coincidir en el tiempo y en el espacio con el Salvador. Toda una paradoja.
    Que Dios nos conceda la gracia de ser Betania, el lugar donde Jesús es acogido y donde su Palabra es escuchada. Es la tierra buena que da fruto cuando recibe la semilla. Josep

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