Hoy he leído un testimonio de Marta, de una oración que hicimos hace unas semanas con los jóvenes de nuestra parroquia de Sta. Tecla. Fue un encuentro muy bonito y la oración nos unió a todos de una manera especial. Al leer el testimonio de Marta, me he emocionado porque me ha hecho recordar lo que yo viví, he revivido aquel momento y me he sentido cerca de ella y de las personas con las que compartimos la oración. La semana pasada, justamente le había explicado a mi madre mi testimonio sobre esta misma oración y su respuesta me sorprendió y emocionó, también. Me decía que el hecho de que compartiera con ella era una de las cosas más bonitas que tiene y que le da mucha tranquilidad interior. Poder compartir lo que vivimos, cómo Dios se hace presente en nuestras vidas es algo precioso, es un regalo, un tesoro. A veces dudamos de las cosas que nos pasan o sentimos, pero cuando las compartimos, veo que tienen un significado que yo no esperaba, que no sabía ni me había imaginado. Muchas veces veo que las cosas de Dios tienen sentido cuando las explicamos a otros; de repente alguien se alegra, se emociona, recupera la esperanza, se siente querido… mi experiencia tiene un sentido en la medida que la comparto y eso siempre me da mucha vida, me anima y me hace feliz. Nos necesitamos para darnos cuenta de que Dios nos ama, nos habla y nos estamos solos.
Buenas tardes, hermanos. Llevo horas compartiendo con vosotros... este mi sentir tras estar leyendo el blog y no sabéis lo dichosa que me siento. Cuan cierto es eso de que la gracia se trasmite porque ahora mismo mi corazón está lleno de Dios, no sé explicarlo de otro modo. Llevo tiempo sin "estar", aunque como bien sabéis me siento de corazón muy unida a vosotros, pero cierto es que he tenido la necesidad de dejar de estar “conectada”. Supongo que tantas horas en casa, tanto tiempo sola me llevaron a ello y decidí en un momento dar prioridad a otras cosas y este es el motivo por el que hace tanto que no estaba entre vosotros. Ahora mismo y por motivos laborales, tengo que volver de nuevo a pasar horas frente al ordenador y os he de decir que me cuesta, porque este tiempo que ahora me toca vivir de búsqueda de trabajo, está resultando especialmente duro... y por esto aprovecho para pediros oración... Pero hoy el Señor me ha hecho un gran regalo y mientras me encontraba mirando paginas, correo, enviando documentos, revisando cursos y demás, de pronto a venido a mi mente el nombre de la pagina "iluminados por..." y sin más lo he escrito y en ella me he sumergido ¡todo un beso de Dios para mi alma y mi corazón! Gracias Señor, gracias a todos. Y aquí continúo, viviendo, caminando, luchando, unida de nuevo a esta familia en El ¡sois un regalo! Os quiero.
Hola! Os escribo para pedir oración por mi hermano. Esta semana tenía un fuerte dolor en el cuello y el brazo. Le han hecho una resonancia y tiene una fisura en la C7 con rotura del anillo. El jueves tiene cita médica. Pero ya le han dicho que ese cuadro es de operar seguro. Ya os iré comentando. Gracias a todos. Un abrazo. Cristina
Hace unos meses compartí el problema que había tenido en el trabajo con mi valoración interna que incomprensiblemente había bajado. Recordaréis que hablé con mis superiores que reconocieron que se trataba de una mala decisión por su parte y que no existía ningún motivo que lo justificara. Me prometieron que en la próxima evaluación lo solucionarían. Así ha sido, este mes de febrero se han vuelto a calibrar las valoraciones internas y en mi caso he recuperado el nivel perdido el año pasado. La primera repercusión que tuvo este tema fue la negativa a la autorización para realizar teletrabajo que empezó el año pasado como experiencia piloto en Recursos Humanos de la empresa. Pues bien, ya me han otorgado el permiso para incorporarme a trabajar desde casa 1 o 2 días a la semana. Veo la mano de Dios en esta experiencia que a través de la perseverancia y de las oraciones de todos vosotros se ha hecho justicia. El Señor bendice las buenas actitudes y a veces permite que ocurran algunas cosas para nuestro bien. Aunque a veces no entendamos lo que nos ocurre debemos confiar en Dios y seguir por el buen camino.
Mañana lunes 13 de febrero operan a mi madre para implantarle una prótesis de cadera. Quería presentar al Señor la operación para que Dios le proteja y le de paz. Os pido que la tengáis presente en vuestras oraciones. Gracias.
Doy gracias a Dios por la operación de prótesis de mi madre. Todo ha ido bien. Ahora está en fase de rehabilitación y la recuperación está siendo rápida. En todo este proceso Dios nos ha bendecido ya que desde que le dijeron que se tenía que operar sufríamos por la lista de espera que podía ser de un año y mi madre tenía mucho dolor y no podía casi caminar. Finalmente le han operado en menos de 5 meses. Gracias a todos por haber intercedido al Señor por mi madre.
Esta semana soñé que una persona conocida estaba en el Teide y que tenía una experiencia de Dios. Al despertar no podía pensar en otra cosa, me venía a la mente la imagen de esta montaña y la sensación de la presencia de Dios. Sentía que, a pesar de la aridez y del aspecto desértico de ese lugar, lo importante era la experiencia de Dios que esta persona había tenido, porque la iluminaba y nos contagiaba su luz y alegría. Me hacía pensar que incluso en el desierto podemos encontrar a Dios -a través de quien lo ha visto y oído-. Esa montaña quedaba transformada por la mirada de la persona que había escuchado la voz de Dios allí. Un par de días después, me enviaron el programa del retiro de cuaresma de mi parroquia, donde Josep predicará, y vi que sus conferencias girarán en torno al tema del desierto, como lugar de crecimiento y lugar de encuentro. Al leerlo, volví a pensar en la imagen del Teide. Me sentía emocionada, con ganas de que llegara el día del retiro y al llegar a casa, me encontré una tórtola descansando en una planta de mi balcón. No me había pasado nunca y fui a hacerle una foto; pensé que se iría volando pero no se fue. Mientras la enfocaba para hacerle la foto pensaba que la tórtola era como un símbolo del amor de Dios, que viene a nuestras vidas de repente y nos hace sentirnos amados y acompañados. Siento que Dios es un gran misterio que viene a nuestras vidas de mil maneras diferentes, que hemos de dejarnos llevar, admirar y compartir.
Curiosamente, esta semana ha salido una noticia en la prensa sobre el Teide: un grupo de personas había quedado atrapado en el teleférico y las tuvieron que evacuar después de unas horas de espera. Por suerte, todas están bien a pesar del susto y los momentos de angustia vivida. A muchas personas, las tuvieron que descolgar del teleférico para poder rescatarlas. Al ver la noticia sentí confusión porque la imagen y el sentimiento que tenía sobre el Teide, después del sueño que había tenido, era bonito e iluminador. ¿Por qué, justamente, esta semana, había ocurrido un suceso “malo” en ese lugar? Imaginaba a toda esa gente volviendo a sus casas, abrazando a sus familiares y amigos, explicando la experiencia que habían tenido, la incertidumbre de ese momento... Sentía que hay tantas cosas que, a veces, no entendemos… pero a pesar de todo, poder compartirlo y seguir adelante es increíble. Gracias Señor porque todo este grupo de personas ha vuelto sano y salvo a casa.
El pasado martes asistí a misa y me sorprendió la lectura del evangelio (Mt 18, 21-35). Se trata de una de las parábolas que narra Jesús para hablar de la necesidad de perdonar para ser perdonados. En ella aparece un rey que se apiada de la deuda que tiene un administrador con él, pero al enterarse que el administrador no ha hecho lo mismo con un deudor suyo, decide meterlo en la cárcel. Evidentemente, la figura del rey se refiere al Padre, pero a diferencia de otras parábolas sobre el perdón o la misericordia, el pecador es condenado. Algunas veces actuamos con Dios como si pudiéramos engañarle, creyéndonos más listos que Él, convirtiendo su Amor infinito en un salvoconducto que nos permite hacer cualquier cosa sin que haya ninguna consecuencia. Pero no es así. La Misericordia de Dios es gratuita, pero nos compromete a actuar de acuerdo con el don recibido. Si no lo utilizamos al servicio del Reino y de los demás, nos puede ser retirado.
Hace muchos años sentí una llamada a consolar el corazón del Señor. No era algo individual, había muchas personas a mi alrededor que habían sentido la misma llamada. Era una llamada comunitaria, una gracia o vocación a la que Dios nos llamaba. Tuve algunas experiencias de oración personal y comunitaria, que me han marcado fuertemente y que no puedo olvidar, que me mostraban el corazón de Dios, un Dios cercano y fiel, presente y real en mi vida; en estas experiencias el Señor me invitaba a estar cerca de El y de mis hermanos, a seguir orando siempre y a escucharle. Esta semana santa he vivido una experiencia muy profunda a través de la oración de intercesión. Rezando por algunas personas he sentido que Dios nos necesita para hablar y decirle a sus hijos cuánto les quiere. El corazón de Dios está dentro de nosotros, el amor que el Señor nos tiene está dentro de nosotros, poder orar y recordarle a otras personas cuánto les ama y les bendice el Señor es consolador. Esta semana me sentía estresada en el trabajo; de pronto, una persona muy cercana me ha explicado un problema que tenía y he rezado por ella; he dejado de pensar en mi estrés y sentía que tenía que ir a misa para presentarle este problema a Dios. En misa me relajé, sentí mucha paz, sentí que Dios me decía que está a mi lado y que crea. Esta palabra me ha dado fuerzas. Esa misma noche mi compañera de trabajo me llamó para decirme que no iría a trabajar al día siguiente porque acababan de ingresar a su prima por un problema grave de salud. De repente, volvía a venirme al corazón la experiencia vivida durante los días de semana santa y la necesidad de orar y consolar. Ayer tuve un susto porque me caí, me di un golpe y me hice bastante daño en la espalda; de pronto me sentí muy vulnerable y lloré porque tenía miedo de haberme hecho daño, no quería ese dolor e interiormente me quejé ante Dios. Hoy recordaba que en misa había sentido que Dios está conmigo, que no he temer; me noto mejor del golpe y creo que solo ha sido un susto. Dios nos habla constantemente, a través de pequeños sucesos, en nuestra vida cotidiana, o en momentos más intensos que nos marcan para siempre. Siento que nuestra llamada es a obedecer. Escuchar al Señor, creer y obedecer. Y seguir adelante, dando testimonio para su gloria.
Hola a todos. Quiero presentar al Señor y a la Virgen la hija de una compañera del trabajo. Esta semana le han encontrado un tumor en el cerebro. Está ingresada en Sant Joan de Déu y le van haciendo pruebas para ver si es maligno o no, si se puede operar,.... Todo ha sido muy rápido y estamos muy preocupados. Os pido que recéis por esta niña y por la familia. Muchas gracias.
El martes en la misa de Santa Tecla me tocaron las lecturas: Tobías 2, 9-14 y Marcos 12,13-17.
En el evangelio de Marcos a la pregunta de los fariseos de si es lícito pagar impuestos al Cesar, Jesús responde: “Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.” Y esta frase cobraba sentido a la luz de la charla de Josep el día de Pentecostés. La importancia de compartir lo que Dios ha hecho porque no es para nosotros es para otros. Lo que Dios nos ha dado no nos pertenece y lo tenemos que dar. La verdad es que mientras Josep nos hablaba me daba cuenta de que mi experiencia de Dios es fruto de lo que otros me han dado.
La lectura del libro de Tobías también me impactó. Habla de Tobit un hombre bueno que ama a Dios y que el día de Pentecostés después de enterrar a un compatriota suyo le cae un excremento de ave y se queda ciego. También se cuenta la historia de Sara una mujer que tiene un demonio que mata a sus maridos la noche de bodas. Tobit envía a su hijo Tobías a buscar un dinero que había dejado prestado y en este viaje Tobías busca un acompañante que además de guiarle es bendición para Tobías. Le encuentra una esposa, Sara y le dice la manera de curarla y también le da las instrucciones para curar a su padre. Toda la familia está tan agradecida que el dinero que le dan por su trabajo les parece poco. El compañero de viaje les rebela que es el Arcángel Rafael enviado por Dios y les dice: “Bendecid a Dios y glorificadle, pregonad a todos los vivientes lo que ha hecho con vosotros pues bueno es bendecir a Dios y ensalzar su nombre pregonado sus obras. No os canséis de confesarle. Bueno es guardar el secreto del rey pero glorioso pregonar las obras de Dios.” Las palabras del Arcángel Rafael me vuelven a evocar la importancia de compartir a los demás lo que Dios hace y que tengo que dar a Dios lo que es de Dios.
Hace tres meses se cumplieron 25 años de la experiencia de Asís. Ha sido una oportunidad per mirar hacia atrás y valorar esa experiencia y cuanto ha acontecido con posterioridad. Fue un ejercicio de evaluación, de buscar la validación de lo vivido a través de los frutos que han germinado a lo largo de estos años. Han sido 25 años de claroscuros, pero hoy, tres meses después de este ejercicio de autotransparencia que plasmé en un testimonio, me siento confirmado en intuiciones clave que me han permitido maniobrar en medio de las peores tormentas. La gran vocación a la que me he sentido llamado es estar a los pies del Señor escuchando su Palabra. La gran tentación es hacer de Marta de Betania, atarearme para no estar a la escucha, como los vigías del abismo. Es duro estar “quieto”, a al espera de la inspiración. La sensación de perder el tiempo y de nos ser productivo acecha constantemente. La segunda tentación es no darle valor a la Palabra con la que nos regala Dios. Esa fue mi experiencia hace muchos años, con la predicación sobre el texto del “dame de beber”. Y pervive a lo largo de los años. A veces, cuando Dios actúa, nos puede saber a poco. Es un grano de mostaza, una semilla, una luz encendida en un candil… algo demasiado pequeño para que le demos importancia. Entonces no valoramos con que surge de Nazaret, lo que tenemos cerca… Y caemos en el espejismo de fascinarnos con lo lejano, que nos deslumbra para que no veamos la gracia cercana, la que Dios ha dispuesto para nosotros. Otra intuición ha sido ver como al emerger un don nuevo, se eclipsaban los anteriores. Hace unas semanas descubrimos que en youtube hay decenas de versiones de nuestras canciones (p.e. Y alabándole). Algunas con miles de visitas. Cuando Dios nos regaló estas canciones tal vez no las valoramos lo suficiente porque coincidieron (tal vez haya una relación de causa-efecto) con la crisis de los dones más carismáticos y espectaculares. Luego sucedió lo mismo con la publicación de los libros, otros dones (como el de crear comunidad) parecían desaparecer. Y otra intuición que en esa época me aportó mucha luz y que ahora recupero es la idea de los dones mal orientados. Cuando emerge un don nuevo no lo sabemos utilizar y genera los efectos contrarios a los esperados hasta que nos aclimatamos al nuevo estado. Estas intuiciones explicarían muchas de las crisis que hemos vivido y la prueba es que 25 años más tarde todos estos dones con los que Dios nos ha bendecido han ido fructificando de manera insospechada. Ayer mismo descubrí por casualidad que un escritor e intelectual mexicano, Javier Sicilia, hace referencia a Vigías del abismo en su novela autobiográfica El deshabitado (ed. Grijalbo). Recuerdo en qué circunstancias de crisis generalizada escribí Vigías y hoy, 16 años más tarde, veo un fruto a la vez que compruebo que todo lo que parecía perdido en ese momento hoy está más vivo que nunca.
Cuando uno llega a los 50 años no puede evitar pensar en lo que estado haciendo hasta entonces: la vista y la mente se concentran en los aspectos más personales, pero eso no sirve de nada, no llena, está hueco. ¿En estos cincuenta años he mejorado la vida de la gente que pulula por mi área de influencia? ¿Puedo contestar que sí a eso? La respuesta está en la historia de los tres canteros: me he quejado, he tratado de imponerme y me he sentido que formo parte de la historia, de Su historia. Cuando siento que soy las manos, la boca, el pensamiento de algo tan inmenso que inabarcable, entonces es cuando me siento feliz y esa sensación la he tenido muchas veces en estos años. En mi casa, con mis amigos, en mi trabajo. Y he tratado de utilizar las herramientas en muchas más zonas. Estos días en El Soto me han confirmado que la tentación de Rufino siempre está ahí, que el lobo de Gubbio nunca te da tregua, que el trabajo de descentrarse debe ser constante y tenaz. La persistencia en ese tema te puede colocar en un punto óptimo en el que la Luz te llena por todas partes. Es lo que me ha ocurrido en las charlas, en las palabras de conocimiento y en las oraciones. He sentido que todo era para mí, pero yo ya no estaba allí, mi yo me estaba importando un pimiento. Me había transformado en un canal, en un espejo, en un camino, en un libro, en un cantero anónimo cuyo trabajo es fundamental sin serlo él.Doy las gracias a todos mis hermanos que estaban allí, construyendo en ese momento y desde hace un montón de tiempo una catedral por la que seguir deambulando –sin querer salir, a lo mejor es la gracia de mi laberinto particular—y que hace que me sienta en el Reino. Grego. El Soto. Pascua 2017
El viernes al mediodía perdí las llaves de casa una vez dentro. Llegué a casa del trabajo hacia las 13.00 horas y al coger el bolso para ir a comer fuera me di cuenta que no tenía las llaves. Hacía solo un momento había abierto la puerta de casa y después de media hora no encontraba las llaves. Estuve buscando un buen rato hasta que desistí porque hacía tarde. Fui a buscar a casa de una amiga un duplicado de las mías para poder volver después de la comida. Llegué tarde al restaurante claro.
Cuando volví a casa me puse de nuevo a buscar no había otra, tenían que estar en casa. Miré por todos los rincones, entre los cojines del sofá, vacié todas las bolsas de basura pero no hubo manera, estuve casi una hora. Por la noche fui a comer con unos amigos y les expliqué el agobio que llevaba. Después de la cena me fui a dormir y solo meterme en la cama sentí la presencia de un ángel, estaba al lado de la cama, era un angel pequeño, me asusté, el corazón se me aceleró, me entró un gran respeto de estar en presencia de ese ser sobrenatural. Inmediatamente después vi la imagen del armario de la entrada de casa donde guardo las chaquetas y los zapatos, vi el primer estante al fondo a la derecha. Tenía la clara sensación de que el ángel me decía dónde estaban las llaves. Intenté tranquilizarme y dormir, sabía que si me levantaba me alteraría y no podría conciliar el sueño. A la mañana siguiente al despertarme me acordé perfectamente de lo que había pasado la noche anterior, me levanté. Fui directa al armario empecé a sacar zapatos y mirar dentro de ellos, algo en mi interior me decía ¿Qué haces no ves que no has tocado esos zapatos en meses? pero yo lo tenía claro. Seguí buscando y saqué un paraguas con las varillas rotas y ahí entre las varillas rotas colgaban las llaves de casa. Empecé a temblar, me impresionó mucho. No hubiese encontrado en meses las llaves porque ese paraguas no lo uso, está roto y lo tengo para casos de urgencia. Tenía tan claro que el ángel había venido a casa a decirme dónde estaban las llaves que tuve que compartirlo en seguida. De repente me vino a la cabeza las palabras de Jesús cuando dice “no veis que hasta vuestros cabellos están contados”. Siento que todo esto es un signo de que Dios actúa con poder en medio de nosotros.
Mi padre falleció la semana pasada. Es una situación dolorosa pero entorno a ella, en cuatro momentos he podido ver la mano de Dios que se hacía presente y quiero dar las gracias por ello.
(1) El fin de semana de Pentecostés, mientras estaba atrapada por una tormenta en el monasterio de Horta, les pedí a Ntra. Sra. de los Ángeles y a san Salvador que intercedieran ante el Padre para que no sufriera en sus últimos días y estuviera tranquilo. Y así ha sido. Mi padre ha estado consciente y sereno prácticamente hasta el final. Verle con semejante tranquilidad y confianza en Dios, nos ha ayudado a mis hermanos y a mi a vivir su muerte. Doy gracias a Dios.
(2) A principios de julio, mi padre ya no pudo asistir a misa, algo que para él era muy importante, así que empezamos a verla en la tele. La misa de TV2 se emite desde el que era el convento de la hermana de mi padre, dominica en St. Cugat, y dedicado a Ntra. Sra. de los Ángeles. Así que en lugar de ser un plató de tele o una iglesia desconocida y distante, era un lugar familiar, en el que he estado y rezado muchas veces. Sea por eso o por la gracia de Dios, esas misas me hicieron intuir la realidad de la comunión de los santos. Había mucha gente, como mi padre y yo, desconocidos todos ellos, oyendo esa misa. Tuve la certeza de que, aunque no nos viéramos, no nos conociéramos y estuviera cada quién en su casa o residencia, había una fuerte comunión espiritual entre nosotros. Era una comunión forjada en la humanidad mas pobre y descarnada, en el sufrimiento, la enfermedad, la vejez, la soledad… Era como si Dios acogiera con especial cariño la oración de esta comunidad virtual. Además de tener esta intuición, pude ver con mis propios ojos esta comunidad de los santos, cuando, después de oír la misa y darle la Comunión a mi padre, tuve el privilegio de llevarle el Santísimo al padre de una buena amiga mía que estaba hospitalizado. Doy gracias a Dios por mostrarme el rostro de la Iglesia más sufriente.
(3) La etapa final de la vida de mi padre ha sido larga. Unas cinco semanas antes de morir, el tono vital de mi padre hizo un gran bajón, quedó postrado en cama y prácticamente dejó de comer y beber. No había perspectivas de mejoría, al contrario. Incluso el servicio médico de curas paliativas nos sugirió hospitalizarle por lo que parecía la inminencia del tránsito final.
Fueron días muy duros, casi más que lo que después ha sido el momento final. Hubo enfrentamientos entre los hermanos sobre las atenciones que debía recibir mi padre; la visita de diversos familiares generó situaciones de auténtico duelo aunque mi padre seguía vivo; y periódicamente mi padre preguntaba cuando se iba a morir, cosa que me desestabilizaba profundamente y me llevaba casi a desear su muerte. En este contexto, vino un sacerdote para administrarle el sacramento de la unción. En un momento de la ceremonia el sacerdote dijo algo parecido a: “Que por este sacramento, Señor, se restaure la salud de tu siervo, si es tu voluntad, para que trabaje por tu Reino”. Me sobrecogió la confianza que había en estas palabras. En un momento en el que nada era esperanzador: ni médicos; ni familia; ni incluso yo misma; la liturgia me llamaba a la confianza. Dios restaura para poder trabajar por el Reino. Ocúpate del Reino y Dios se ocupará de ti y lo tuyo, decía la liturgia. Y mi padre mejoró durante una semana. Y yo lo viví como una caricia de Dios que se hacia presente. Doy gracias a Dios.
(4) Finalmente, pero no por ello menos importante, doy gracias a Dios por todo el cariño, consuelo fortaleza que todos me habéis mostrado en estos últimos días y a lo largo de toda la enfermedad de mi padre. Gracias por vuestra oración y por llevarme, sin merecerlo, en vuestro corazón. Sin vuestro apoyo y comprensión no hubiera sobrevivido en este laberinto en el que a menudo me siento perdida. Gracias por ser mi hilo de Ariadna. Doy gracias a Dios por cada uno de vosotros.
Quería compartir algo que me ha ocurrido y que creo que es importante reconocer delante de Dios y de vosotros, los que abrís esta ventana de gracia que es este blog. Llevo unos días atareada, pero no me refiero a tener mucho trabajo sino atareada en mi cabeza, es la típica situación en la que se agolpan circunstancias que me perturban y no me dejan ver con claridad, tenía la sensación de querer controlarlo todo y que no se me escapara nada, hacer lo correcto, pero cuanto más quería controlarlo más perdida me sentía. Esta mañana me he levantado con la misma sensación y de pronto un whatsapp a primera hora me ha hecho reaccionar, al leerlo he pensando “Marta Marta te afanas por tantas cosas y no ves lo más importante, no eres capaz de escuchar ni de ver como Yo estoy actuando en tu vida” Esta semana ha ocurrido algo maravilloso, en realidad es un gran milagro pero no he sido capaz de verlo, metida en mis historias, pensando en mis problemas, en todo lo que me rodea y que me distrae, pensando que estoy haciendo lo correcto no he visto el milagro. El milagro es en relación a mi hijo Xavi, este verano estuvo pasando unos días en Horta, el domingo por la mañana decidió subir solo a Santa Bárbara, durante la subida a la montaña estuvo pensando en cómo afrontar el nuevo curso a nivel laboral, tenía dudas y subió con intención de poner luz en el tema, al día siguiente nos explicó que había ordenado sus pensamientos y que al regresar los pondría en conocimiento de su Jefe. En cuanto volvió al trabajo habló con él y este le dijo que tenían una plaza para él en Barcelona pero que tenía que decidirlo al día siguiente. Xavi estaba contento, era una oportunidad de cambio y le apetecía bastante. El día que tenía que tomar la decisión, una jefa del banco le propuso formar parte de un proyecto aún mejor y con más responsabilidad que el que estaba a punto de escoger y sin moverse del lugar en el que ahora trabaja. Si bien en casa nos alegramos mucho con lo sucedido, no fui capaz de identificar claramente la mano de Dios en un hecho totalmente inusual y muy sorprendente, tampoco fui consciente de cómo Dios estaba actuando en su vida e indirectamente en la mía. Quiero pedir perdón, primero a Dios que cuida de mí siempre, aunque Yo no lo sepa ver, y también a todos los que con mi testimonio fortalecen su fe y cogen fuerzas para continuar el camino. Solo puedo decir, gracias Señor!!
Tere, el milagro que explicas es impresionante! Cuántas veces el Señor nos ha bendecido con signos en nuestro trabajo y hemos podido ver su acción y su paso en nuestra vida. Es precioso que Xavi haya subido a Sta. Bárbara pensando en su futuro e intentando ver la luz en su vida. Es precioso que allí, en esta montaña santa, de la que hemos oído predicar en innumerables ocasiones por voz de Josep, Xavi haya podido ordenar sus pensamientos. Doy gracias a Dios por haberse manifestado en su vida, y en la todos nosotros, a través de este milagro tan grande. ¡Estas cosas no pasan! Dios siempre ha cuidado de mi, también, y el testimonio de Xavi me recuerda el cuidado de Dios en mi vida.
Quiero compartir una cosa: este viernes pasado estaba rezando y le pedí a la Virgen una palabra, un signo, para un momento muy delicado en el que no sabía cómo actuar. Le pedí a la Virgen que hablara, que cambiara una situación a través de un signo especial, que iluminara una situación delicada. A los pocos minutos me llegó un mensaje al móvil, con una fotografía de Marta que decía "ayer compré La mística de la palabra, 2a edición" y la fotografía era la del libro de Josep, en su 2a edición. Sentí que era la respuesta de la Virgen. Sentí que el Señor me decía: "esta es la respuesta, esta es la palabra que pedías, da las gracias, haz saber que esta es la Palabra, la tienes ante ti, es la Palabra con la Dios os bendice y os da vida, cada día. Da las gracias y venérala" Sentí claramente que esta nueva edición de "La mística de la palabra", de Josep, era un milagro, un don de Dios, y Vida para todos nosotros. No le he dado, a este signo, el valor que debía. No he compartido este milagro y esta respuesta de la Virgen hasta hoy. No he dejado que la respuesta que sentí en ese momento nos llegara e iluminara a todos. Hoy, en un mensaje que me han dejado por teléfono, me lo han recordado. Me he sentido avergonzada y muy triste. Os pido perdón por ocultar algo tan hermoso y valioso, era consciente de su importancia pero no lo celebré ni lo agradecí como debía. Me avergüenza haber sido cobarde y ocultar lo que Dios me decía, no hay justificación. Lo siento.
Yo también quería compartir dos milagros que han pasado estos últimos días en mi vida y que no he sido capaz de compartirlos hasta ahora.
El primero es la salud de mi cuñada Sandra. Está pasando por un proceso de salud delicado y el resultado de todo lo que le están haciendo está yendo muy bien. Quiero dar muchas gracias a Dios y a todos los que habéis intercedido por ella porque, como decía Bárbara, he podido ver muchas veces como el Señor ha cuidado y actuado en la salud de Sandra.
El segundo es que hace unos meses mientras leía una conversación de whatsap de dos personas me emocioné mucho. Estaba en unos grandes almacenes y decidí volver a casa. Cuando aparqué el coche en mi parking leí el último mensaje en el que una hermana le decía a otro hermano “nos emocionas y nos das vida”. Esa frase me tocó mucho y sentía que nos llegaba esa Vida y nada más salir del parking me encontré a dos matrimonios que miraban hacia la puerta de mi parking y les pregunté si buscaban algo y me dijeron que querían alquilar una plaza en ese parking. Yo tenía en mente alquilar la mía pero no había podido ponerme aún. Les comenté que yo quería alquilar mi plaza y les pregunté si querían verla y me dijeron que sí y cuando se la enseñé les gustó mucho. No había tenido que hacer nada y ya tenía una persona que quería alquilar mi plaza. Además me comentaron que hasta septiembre no la necesitarían, lo que a mí me iba muy bien, y que confirmaríamos el contrato a la vuelta de las vacaciones.
Yo estaba muy emocionado con la conversación que acaba de leer y recordé las palabras “nos das vida” y sentí que era un regalo del Señor para que yo no me preocupara de estas cosas y me dedicara a trabajar para su Reino.
Este domingo pasado quedé de nuevo con este señor, probó con su coche la plaza y confirmó que le iba bien. Le pareció todo perfecto y ya ha alquilado la plaza.
Quiero pediros perdón por no haber sido capaz de compartiros lo que Dios ha hecho en mi vida. Yo también siento que muchas veces soy un cobarde y no me atrevo a compartir lo que Dios hace. Lo siento.
El domingo 27 de agosto por la mañana me desperté con una canción que es muy importante para mi y que la última vez que la escuche después de muchos años fue hace dos en la celebración de la Pascua en el Soto: “Ven, no apartes de mi los ojos, te llamo a ti te necesito para que se cumpla en el mundo el plan de mi Padre”. Cuando la cantaba le decía al Señor que no apartara sus ojos de mi y entonces me di cuenta que la canción dice que soy yo la que no tengo que apartar mi mirada del Señor para hacer su voluntad. También recordé el capítulo titulado Eclipse del libro La mística de la Palabra. Una de las cosas que dice es que “Podemos decidir hacia donde dirigimos nuestra mirada”. Ayer volví a recordar esta canción. El Señor volvía a recordarme que le mire.
Yo también quería compartir una experiencia que viví en Moscú hace unos días. El día en que regresábamos cogimos unos taxis para ir al aeropuerto. Al llegar pasamos un primer control de equipaje y luego nos dirigimos a facturar las maletas. Cuando estábamos en el mostrador con las tarjetas de embarque depositando el equipaje en la cinta me di cuenta que no tenía el móvil. No estaba en mi bolso de mano ni en los bolsillos del pantalón. Abrí la maleta para ver si aparecía en la chaqueta que llevaba puesta y tampoco estaba allí. Rebusqué en la maleta por si había caído del bolsillo de la chaqueta al interior de la maleta. Pero enseguida me di cuenta que si lo hubiese tenido en el bolsillo de la chaqueta al entrar al aeropuerto hubiese pitado al pasar por el arco de seguridad. Todo parecía indicar que se me había caído del bolsillo de la chaqueta mientras iba en el taxi, aunque también tenía la duda de que al dejar el bolso de mano en la cinta y pasar el arco alguien lo hubiese abierto y cogido el móvil. Algo muy difícil y sin mucho sentido al no llevarse la cartera, pero una posibilidad más. Yo estaba paralizado dando por perdido el móvil y haciéndome poco a poco a la idea de que ya no lo recuperaría y perdería mucha información. Entonces las personas que iban conmigo empezaron a movilizarse. Marta me ofreció su móvil para llamar a la compañía Orange y desactivar el móvil, aunque no encontré el número al que llamar. Buscaron el teléfono del hotel y Pilar Martí llamó para explicar lo que había sucedido (en inglés lógicamente) y solicitar que se pusiesen en contacto con la compañía de taxis para preguntar si lo habían encontrado. Josep y Pilar López se fueron hacia el control de seguridad para preguntar si habían visto el móvil y con la intención de salir al exterior para buscarlo por si se me había caído. Al cabo de pocos minutos llamaron los del hotel diciendo que el taxista tenía el móvil y que en diez minutos estaría en el aeropuerto. Salí con Pilar López hacia fuera y mientras bajábamos las escaleras mecánicas nos volvieron a avisar que llamaban del hotel. Por un momento pensé que había sido un error y que no lo tenían, pero era para avisar que fuésemos inmediatamente que el taxista estaba esperando justo donde nos había dejado. Salimos Pilar López y yo y el taxista estaba allí aparcado esperando. Bajó la ventanilla y me dio el móvil. Me parecía estar soñando. ¿Cómo podía recuperar un móvil que había perdido dentro de un taxi en Moscú? Era alucinante. Un milagro. Después de más de media hora el taxi seguía en el aeropuerto cuando lo lógico era que se hubiese marchado. De hecho, quizás de los tres taxis que nos llevaron solo permanecía allí el mío. Tenía claro que los ángeles habían custodiado mi móvil y estaba muy agradecido a todos mis amigos. Sin embargo, durante estos días he visto algo más, un mensaje oculto detrás de esta angustiosa experiencia que no había captado en ese momento. Dios me estaba hablando de la necesidad que tengo de la comunidad y de los hermanos cuando estoy perdido y no sé qué hacer. Durante estos años he ido cultivando una autosuficiencia que me alejaba de los demás. Seguramente ha sido una medida de autoprotección necesaria en muchos momentos, pero ahora puede que sea el momento de cambiar. Determinadas heridas me han impedido confiar en los hermanos y eso ha sido utilizado por el tentador para colarse en mí interior. Estos días he podido percibir el cariño de mis hermanos y he recibido la ayuda que en otras ocasiones reclamaba. Creo que ese amor ha servido para curar algunas de mis heridas. Curiosamente, hace 25 años tuve mi primera experiencia de Dios en Tona. Sentí que tenía que reconciliarme con la gente del grupo de la parroquia con quien me había enfadado y transmitirles el amor de Dios. Estos días me parece que he vivido un proceso similar con mis hermanos de comunidad. Os pido perdón y espero que esta experiencia nos haga más fuertes para el combate.
Hacía mucho tiempo que no entraba en este blog y leía lo que compartiais, pero hoy me he pasado un buen rato leyendo... Me ha parecido precioso. Yo no acostumbro a compartir nada por aquí porque creo que estoy en unos momentos de mi vida que si ya me cuesta entender lo que estoy viviendo, aún más compartirlo. Como algunos sabéis este verano me fuí a un viage de peregrinación a Fatima con los jovenes del obispado de Terrassa. Yo llevaba mucho tiempo esperando ese viaje, lo necesitaba... Me sentia lejos de Dios, y sabia que ese viaje me ayudaria a volver a encontrarle. Recuerdo que en el trayecto de ida en autocar el primer dia del viaje, le pedí al Senyor que me ayudara a estar cerca de Él. Habiamos pasado unos meses dificiles en casa y yo solo rezaba por los demás: mis padres, mis tios, mi abuelo, mi abuela... Y me sentía egoísta si pedia por mí. Recuerdo que en ese momento, en el autocar, escribí una oración (a veces me ayuda escribir para ordenar mejor mis penamientos) y recuerdo escribir que si tenia que ser egoísta en algo, quería que ese algo fuera Él. Ese viaje fue un regalo de Dios. O mejor dicho un constante flujo de regalos que no paraban de llegarme. Todo lo que me pasó durante esos diez dias me ha cambiado y me ha hecho acercarme a Dios mas que nunca. Siempre, después de vivir una experiencia de Dios me pasaba que todo parecía desparecer al cabo de unos días. Y llegaba el silencio que Josep describe tan bien en "Simone Weil; el silenci de Déu". Pero esta vez el silencio ya no es un vacío. Ahora sigo muy cerca de Dios, un momento de calma, de oración tranquila, de mucha paz, pero a la vez de leer, de entender lo que he vivido... y rezo para que siga siendo así. Doy infinitas gracias al Señor por todos estos regalos que me dió en el viaje y todos los que no para de darme desde que volví ya hace un mes.
(Me gustaría compartir con vosotros lo que viví allí, pero lo escribí todo durante las primeras semanas después de volver y me ocupó unas treinta paginas... Quizás me pasé con los detalles 😂)
Muchas gracias a todos por compartir vuestras experiencias. Este blog es una fuente de fe y de esperanza.
Quiero dar muchas gracias a Dios porque mi madre se ha curado perfectamente de un pie roto. El 18 de julio se cayó y se rompió la tibia, justo la parte que une la pierna con el pie de manera que no podía moverlo. Desde que hace unos años tuvo una embolia que le paralizó toda la parte derecha del cuerpo, aunque se recuperó, de tanto en tanto se cae, ya nos tiene acostumbrados pero esta vez fue más grave. Le enyesaron el pie hasta la rodilla y ha tenido que hacer reposo pacientemente todo el verano. El 7 de septiembre tenía visita médica y yo tenía miedo de que no pudiera andar o de que le hicieran hacer rehabilitación, cosa normal teniendo en cuenta que ha estado inmovilizada más de mes y medio y que tiene ya 80 años. Pedí oración a mis hermanos y cuando le quitaron el yeso pudo mover el pie sin problemas, sin dolor y sin pasar por la rehabilitación. Solamente el médico le ha recomendado que empiece a andar gradualmente. Para mí es un pequeño milagro. Gloria a Dios
Hace unos días en el trabajo tuve dos conversaciones muy potentes. La primera fue con Gloria. Me explicó que hace unos meses su hermana de 56 años tuvo un ictus y, a raíz del ictus, le detectaron un tumor en la cabeza. Del ictus se recuperó bien, luego le operaron del tumor que era benigno. Pero a resultas de la operación de la cabeza los médicos le dijeron que no volvería a andar. Al salir del hospital le llevaron a la Clínica Guttmann para hacer la rehabilitación y adaptarse a la nueva situación pero en cuatro días caminaba perfectamente, los médicos no se lo explican. Su hermana comentó que mientras estaba en la UVI soñaba constantemente con un santo y que él intercedió para que se curara. Gloria me dijo mi hermana tiene claro que es un milagro. Todo esto mi compañera me lo explicó en un pasillo del trabajo llorando. Fue un momento precioso. Gloria fue una de las chicas que vino a la Sagrada Familia cuando hicimos la visita turística hace un tiempo. La otra conversación fue con un compañero de trabajo que tenía una depresión muy grande. Alguna vez habíamos hablado y de tanta oscuridad que tenía y de tan mal que estaba que lloraba como un niño mientras me lo explicaba en los pasillos del trabajo. El otro día después de vacaciones me lo encontré y le vi mucho mejor. Él me comentó que está prácticamente curado, que los médicos están a punto de darle el alta. Me dijo que este último tiempo se ha acercado al Señor y que ha ido a misa cada domingo y que es esto lo que le ha dado fuerzas para salir de la oscuridad en la que se encontraba. En su momento cuando me explicó que tenía una depresión se leyó Laberintia
Nosotros hemos rezado por El y creo realmente que es otro milagro.
El domingo pasado rezamos y pedimos por las necesidades de nuestro entorno: amigos, familia,...Yo pedí por un compañero de trabajo que está muy enfermo. El martes en el trabajo nos comunicaron que falleció ese domingo. Prácticamente no le conocía pero de repente he sentido que es mi hermano, que estamos muy cerca y me he emocionado. Sentía que somos hermanos, que tenemos el mismo Padre y nuestro fin es ir a Dios. Me alegra haber rezado por Miguel Ángel el día que iba hacia el Padre. Siento que no estamos solos y que seguimos caminando juntos hacia el Señor.
Hoy es el día de los Ángeles Custodios y he ido a misa. El sacerdote ha predicado sobre los ángeles. Lo que les hace importantes, decía, es su misión: transmitir el mensaje de Dios. Entonces me han empezado a venir a la memoria momentos concretos de mi historia en que una persona ha sido un ángel para mi y me ha transmitido el mensaje del amor de Dios. Y el corazón se me ha llenado de alegría y de sentimiento de gratitud. ¡Muchas Gracias, Señor! Pilar L
El 26 de octubre del año pasado escribí en el blog para explicaros que una persona de mi familia tenía un cáncer en el riñón y os pedía oración por él. Recuerdo que mientras escribía, me enviaron un mensaje al móvil con una imagen de la Virgen de Fátima y sentí que era un signo de la Virgen; sentí que tenía que orar y confiar en Dios. Este jueves pasado, José se ha hecho la revisión médica del riñón, después de un año de la operación del cáncer y los médicos le han dicho que todo está bien. Al principio, debía hacer revisiones cada 6 meses pero ahora le han dicho que hasta el año que viene ya no hace falta que vuelva a hacerse las pruebas porque el riñón se ha recuperado completamente. Doy gracias a Dios por esta buena noticia y a todos vosotros por rezar.
Esta mañana mientras rezaba he leído el capítulo 24 de la Mística de la palabra. Se titula "Hoy". "Y Dios está presente en cada instante de la vida. Lo que se nos pide es que seamos capaces de captarlo. Dios se nos acerca a través de las personas que nos rodean. Nos habla de las maneras más insospechadas. Nos abraza si somos capaces de percibir su sutil cercanía en medio de su aparente ausencia." Cuando lo he leído me ha dado un vuelco el corazón. Sentía que es esto lo que estoy viviendo. Lo que el Señor me pide cada día. Estar atenta. Vivir mirando al cielo, como dijo un obispo en una eucaristía. Doy gracias a Dios y a María, nuestra madre, por este libro que cada día me acerca al cielo y a los hermanos. Gracias Señor por abrazarnos cada vez que te sentimos cerca. Amén.
En septiembre mi hermana se enteró que la empresa para la que trabaja reconstruyendo un mercado había perdido el concurso para hacer la última fase de la obra que es de enero hasta abril del próximo año. Esto significaba que en diciembre se quedaría sin trabajo y estaba muy preocupada. Yo presenté esta situación en una oración. Este lunes, mi hermana me comentó que el sábado pasado le llamó su jefe para decirle que la empresa del ayuntamiento de Barcelona que gestiona este mercado ha pedido expresamente que mi hermana siga trabajando en la obra aunque su empresa y todos sus compañeros no continúen. Además, el jefe de mi hermana, le ha propuesto compaginar este trabajo en el mercado con otra nueva obra para que así en el mes de abril cuando se haya acabado pueda continuar trabajando para ellos. Doy gracias a Dios por cuidar de mi hermana y gracias a todos por vuestra oración. Luis
Quería dar gracias a Dios porque a mi madre le han dado el alta definitiva después de la operación de cadera. Cada vez que veo que puede caminar bien y sin dolor me hace muy feliz y siento mucha gratitud a Dios y a vosotros por vuestra oración. Hoy celebramos su cumpleaños y hace unos días creamos un chat de hermanos para acordar el regalo. Después de varios mensajes y no ponernos de acuerdo con el regalo, uno de mis hermanos dice: la cuestión es algo que le haga ilusión. En realidad, a mi madre le hace todo ilusión y el mayor regalo es que estemos este día con ella. Pero eso casi que se nos ha olvidado y discutimos por un regalo cuando el regalo de verdad ya lo tiene. Pensaba que con Dios me pasa lo mismo. El nos ofrece su vida, nos da más de lo que podemos imaginar y a veces me distraigo buscando que le puedo regalar yo cuando lo importante es celebrar de verdad estar con Dios y celebrar su amor. Pensaba que el verdadero regalo es darnos al Señor. Marta
Hace unos días os expliqué en este blog que un compañero de trabajo, Jordi, tenía una depresión y que, después de acercarse al Señor y de rezar por él, se había recuperado. Esta semana hablé de nuevo con él y me comentó que la depresión que había sufrido en verano se la había provocado una enfermedad que sufre desde hace bastante tiempo. Me explicó también que la semana anterior le habían operado de esa dolencia pero que de momento ni los médicos ni él saben si la intervención dará un resultado satisfactorio. Dada la incertidumbre y el miedo por no recuperarse de la enfermedad Jordi ha vuelto a caer en el desánimo. Me lo explicaba de nuevo con lágrimas en los ojos y me pedía que rezásemos por él. Cuando vi a Jordi llorar como un niño me acordé de que hace unos días una hermana sintió en la oración que la Virgen María le decía: “consolad, consolad a mi pueblo”. Pensé que en ese momento Jordi necesitaba el consuelo de la Virgen. Creo que el Señor ha actuado en la vida de Jordi pero ahora os pido que recéis de nuevo por él para que el Señor se compadezca y complete la obra que ha empezado.Gracias
Acabo de leer el capítulo 16 de la Mística de la Palabra. Se titula "Sin fronteras". Habla del amor universal como antídoto contra el Mal. Me he sentido interpelada porque, como pecadora que soy, pienso que el Mal está en los otros, fuera de mí; que es algo externo y que he de procurar no "contaminarme". Josep Otón nos recuerda lo que está escrito en la Biblia en Mt 15, 10-20: lo que contamina no es lo que viene de fuera, sino lo que procede del interior del corazón humano. Y así nos invita a imitar al Padre celestial "que hace salir el sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos". Nos habla del amor universal para "combatir el Mal que anida en nuestro corazón porque desarticula los mecanismos del egoísmo en uno mismo y en los demás". Doy gracias a Dios por tanta luz. Por ayudarme a entender que la manera de acercarnos al Señor es, como ya hemos oído mil veces, amando a todos, sin prejuicios, sin barreras, sin distinción. Porque TODOS somos hijos de Dios. Lili
Os quería dar una muy buena noticia que es fruto de vuestras oraciones. No sé si recordáis que hace 3 años sufría por la posibilidad de que mi profesión desapareciese a consecuencia de la aplicación de una directiva europea que obligaba al Gobierno español a tomar esa medida. Pues bien, ayer me comunicaron que las autoridades europeas han accedido a la petición de nuestro colectivo de mantener la profesión del procurador. Estoy muy emocionada. De hecho, en la primera entrada de este blog os comentaba que sentía que el Señor me animaba a confiar como las aves del cielo que ni siembran ni siegan pero el Padre se ocupa de ellas. Creo que ésta palabra se ha cumplido: el Señor se ocupa de nosotros y de nuestras necesidades materiales. ¡Que no cese nunca nuestra alabanza!
Hace algo más de un mes mi hermana me explicó que tienen que operarla de un mioma en el útero. Hace tiempo que lo tiene y después de algunos tratamientos, que no han sido del todo eficaces, el mioma ha vuelto crecer y su médico le aconsejaba operarse. Le hicieron pruebas y le dijeron que debido a la localización del mioma era necesario que le quitasen el útero, y le dieron fecha para el mes de enero. Mi hermana me lo explicó esperanzada y confiada en su médico, porque ha tenido muchos dolores y deseaba poner fin a este tema. Cuando me lo explicó, le dije que rezaríamos por ella y quedamos un día para orar y presentar este problema al Señor. Un par de semanas después, más o menos, mi hermana me explicó que su médico le había vuelto hacer unas pruebas y un estudio final, y le había dado la buena noticia de que no era necesario quitarle el útero, que podían extirpar tan solo el mioma porque la localización así lo permitía. Mi hermana se quedó muy sorprendida ya que al principio le dijeron lo contrario! Estaba muy contenta y me daba las gracias por rezar por ella. A mi me pareció increíble, un milagro fruto de la oración, por el que doy gracias a Dios y a las oraciones de todos.
Esta semana han operado a mi hermana de un mioma. En la entrada anterior os explicaba un poco cómo había todo el proceso. La operación ha ido muy bien y ya se está recuperando en casa. Os doy las gracias por vuestra oración, también de parte de mi hermana. Y doy gracias a Dios por su cuidado diario. Bárbara
Tengo un compañero de trabajo que tiene un hijo de 3 años, Gabriel. Hace un año a Gabriel le diagnosticaron un cáncer. Empezó un tratamiento en San Juan de Dios y como consecuencia de ello tuvo que dejar la guardería y prácticamente cualquier actividad física debido a su debilidad. Fue un año de lucha de sus padres y del niño por combinar el tratamiento y la vida cotidiana. Pere, mi compañero de trabajo, me comentó esta situación hace varios meses. Desde entonces cada vez que nos hemos reunido para rezar he presentado la enfermedad de Gabriel al Señor. Hace unos días me llamó Pere y me dio la noticia de que se había acabado el tratamiento y tras dos meses de vida normal los análisis habían salido limpios de la enfermedad. Gabriel ha empezado a hacer actividad física y él mismo se sorprende de tener una fuerza que desconocía y que le permite jugar como cualquier niño de su edad. Siento que es un milagro, un regalo de Dios para esa familia que ha vivido un año de terrible sufrimiento. Gracias Señor por tu Gracia, por cuidarnos cada día.
Quiero dar gracias a Dios porque mi padre se ha curado de un cáncer de vejiga que le diagnosticaron el 1 de febrero. El 16 de marzo le operaron mediante laparoscopia, una operación poco invasiva que le permitió estar en casa el día de su cumpleaños. Fue un regalo. El día 4 de abril nos dieron los resultados de la biopsia y el médico nos dijo que en la operación se pudo limpiar el cáncer, que es el mejor cáncer que podía tener ya que es el más superficial y el menos agresivo y que no era necesario hacer ningún tratamiento. Gracias Señor. Gracias a vosotros por rezar y pedir a Dios y a la Virgen por su salud. Gracias Señor por darnos tu Palabra que transforma la realidad.
El Señor también ha pasado en mi relación con mi padre. A raíz de que Lili sintió que tenía que reconciliarme con él, le escribí una carta pidiéndole perdón por una discusión de mi adolescencia.
Yo también quiero dar gracias a Dios porque a mi padre le practicaron hace dos meses una colonoscopia y tanto la intervención como los resultados han salido bien. Durante una visita al médico de cabecera, mi padre le comentó un problema que tenía y el doctor consideró que lo mejor era hacer una colonoscopia para ver exactamente qué pasaba y descartar problemas más graves. Al día siguiente, martes, mientras estaba en el grupo de oración, mi padre me dejó un mensaje en el contestador automático diciéndome que le habían llamado del Clínico para ver si le iba bien hacerse la prueba al día siguiente, ya que un paciente no podía ir y había quedado una hora libre. Al escuchar el mensaje enseguida sentí que el Señor se preocupaba de la situación de mi padre y que era algo muy bueno que le hicieran la prueba tan rápido (en la Seguridad Social estas pruebas no se hacen de manera inmediata si no son urgentes) y se pudiese saber cuanto antes qué le pasaba. El miércoles por la noche le expliqué a un amigo que esa tarde le habían hecho una colonoscopia a mi padre y se quedó muy preocupado por lo que pudiera tener. Le extrajeron unos cuántos divertículos, uno era tan grande que solo salió un trozo, y ahora había que analizarlos para ver su naturaleza. Unas horas después, a las 7.30 de la mañana, mientras esta persona estaba esperando el metro para ir a trabajar escuchó una voz que le llamaba. Levantó la cabeza y al otro lado del andén estaba mi padre. Casualmente tenía que ir a hacerse una revisión de las prótesis de cadera al hospital. Este amigo sintió que ese encuentro no era fruto del azar y respondía a su preocupación. Así que aprovechó para bendecir a mi padre de un lado a otro del andén. Unas semanas después, el jueves santo, mi padre me llamó por teléfono para decirme que los análisis habían salido bien y que ahora solo tenía que hacerse una colonoscopia anual de control. Desde los ojos de la fe se puede ver el paso de Dios por esta situación relacionada con la salud de mi padre, ya sea limpiando su colon o haciéndose presente y mostrando su Amor por él y por mi familia durante todo el proceso a través de la rapidez en realizarle la prueba y de la oración y preocupación de este amigo.
Hoy he leído un testimonio de Marta, de una oración que hicimos hace unas semanas con los jóvenes de nuestra parroquia de Sta. Tecla. Fue un encuentro muy bonito y la oración nos unió a todos de una manera especial. Al leer el testimonio de Marta, me he emocionado porque me ha hecho recordar lo que yo viví, he revivido aquel momento y me he sentido cerca de ella y de las personas con las que compartimos la oración.
ResponderEliminarLa semana pasada, justamente le había explicado a mi madre mi testimonio sobre esta misma oración y su respuesta me sorprendió y emocionó, también. Me decía que el hecho de que compartiera con ella era una de las cosas más bonitas que tiene y que le da mucha tranquilidad interior. Poder compartir lo que vivimos, cómo Dios se hace presente en nuestras vidas es algo precioso, es un regalo, un tesoro.
A veces dudamos de las cosas que nos pasan o sentimos, pero cuando las compartimos, veo que tienen un significado que yo no esperaba, que no sabía ni me había imaginado. Muchas veces veo que las cosas de Dios tienen sentido cuando las explicamos a otros; de repente alguien se alegra, se emociona, recupera la esperanza, se siente querido… mi experiencia tiene un sentido en la medida que la comparto y eso siempre me da mucha vida, me anima y me hace feliz.
Nos necesitamos para darnos cuenta de que Dios nos ama, nos habla y nos estamos solos.
Bárbara
Buenas tardes, hermanos. Llevo horas compartiendo con vosotros... este mi sentir tras estar leyendo el blog y no sabéis lo dichosa que me siento. Cuan cierto es eso de que la gracia se trasmite porque ahora mismo mi corazón está lleno de Dios, no sé explicarlo de otro modo.
ResponderEliminarLlevo tiempo sin "estar", aunque como bien sabéis me siento de corazón muy unida a vosotros, pero cierto es que he tenido la necesidad de dejar de estar “conectada”. Supongo que tantas horas en casa, tanto tiempo sola me llevaron a ello y decidí en un momento dar prioridad a otras cosas y este es el motivo por el que hace tanto que no estaba entre vosotros.
Ahora mismo y por motivos laborales, tengo que volver de nuevo a pasar horas frente al ordenador y os he de decir que me cuesta, porque este tiempo que ahora me toca vivir de búsqueda de trabajo, está resultando especialmente duro... y por esto aprovecho para pediros oración... Pero hoy el Señor me ha hecho un gran regalo y mientras me encontraba mirando paginas, correo, enviando documentos, revisando cursos y demás, de pronto a venido a mi mente el nombre de la pagina "iluminados por..." y sin más lo he escrito y en ella me he sumergido ¡todo un beso de Dios para mi alma y mi corazón! Gracias Señor, gracias a todos.
Y aquí continúo, viviendo, caminando, luchando, unida de nuevo a esta familia en El ¡sois un regalo! Os quiero.
Hola!
ResponderEliminarOs escribo para pedir oración por mi hermano. Esta semana tenía un fuerte dolor en el cuello y el brazo. Le han hecho una resonancia y tiene una fisura en la C7 con rotura del anillo. El jueves tiene cita médica. Pero ya le han dicho que ese cuadro es de operar seguro. Ya os iré comentando. Gracias a todos. Un abrazo. Cristina
Hace unos meses compartí el problema que había tenido en el trabajo con mi valoración interna que incomprensiblemente había bajado. Recordaréis que hablé con mis superiores que reconocieron que se trataba de una mala decisión por su parte y que no existía ningún motivo que lo justificara. Me prometieron que en la próxima evaluación lo solucionarían. Así ha sido, este mes de febrero se han vuelto a calibrar las valoraciones internas y en mi caso he recuperado el nivel perdido el año pasado. La primera repercusión que tuvo este tema fue la negativa a la autorización para realizar teletrabajo que empezó el año pasado como experiencia piloto en Recursos Humanos de la empresa. Pues bien, ya me han otorgado el permiso para incorporarme a trabajar desde casa 1 o 2 días a la semana.
ResponderEliminarVeo la mano de Dios en esta experiencia que a través de la perseverancia y de las oraciones de todos vosotros se ha hecho justicia. El Señor bendice las buenas actitudes y a veces permite que ocurran algunas cosas para nuestro bien. Aunque a veces no entendamos lo que nos ocurre debemos confiar en Dios y seguir por el buen camino.
Joaquim Figueras
Mañana lunes 13 de febrero operan a mi madre para implantarle una prótesis de cadera. Quería presentar al Señor la operación para que Dios le proteja y le de paz. Os pido que la tengáis presente en vuestras oraciones. Gracias.
ResponderEliminarMarta
Doy gracias a Dios por la operación de prótesis de mi madre. Todo ha ido bien. Ahora está en fase de rehabilitación y la recuperación está siendo rápida. En todo este proceso Dios nos ha bendecido ya que desde que le dijeron que se tenía que operar sufríamos por la lista de espera que podía ser de un año y mi madre tenía mucho dolor y no podía casi caminar. Finalmente le han operado en menos de 5 meses. Gracias a todos por haber intercedido al Señor por mi madre.
ResponderEliminarMarta
Esta semana soñé que una persona conocida estaba en el Teide y que tenía una experiencia de Dios. Al despertar no podía pensar en otra cosa, me venía a la mente la imagen de esta montaña y la sensación de la presencia de Dios. Sentía que, a pesar de la aridez y del aspecto desértico de ese lugar, lo importante era la experiencia de Dios que esta persona había tenido, porque la iluminaba y nos contagiaba su luz y alegría. Me hacía pensar que incluso en el desierto podemos encontrar a Dios -a través de quien lo ha visto y oído-. Esa montaña quedaba transformada por la mirada de la persona que había escuchado la voz de Dios allí.
ResponderEliminarUn par de días después, me enviaron el programa del retiro de cuaresma de mi parroquia, donde Josep predicará, y vi que sus conferencias girarán en torno al tema del desierto, como lugar de crecimiento y lugar de encuentro. Al leerlo, volví a pensar en la imagen del Teide. Me sentía emocionada, con ganas de que llegara el día del retiro y al llegar a casa, me encontré una tórtola descansando en una planta de mi balcón. No me había pasado nunca y fui a hacerle una foto; pensé que se iría volando pero no se fue. Mientras la enfocaba para hacerle la foto pensaba que la tórtola era como un símbolo del amor de Dios, que viene a nuestras vidas de repente y nos hace sentirnos amados y acompañados.
Siento que Dios es un gran misterio que viene a nuestras vidas de mil maneras diferentes, que hemos de dejarnos llevar, admirar y compartir.
Bárbara
Curiosamente, esta semana ha salido una noticia en la prensa sobre el Teide: un grupo de personas había quedado atrapado en el teleférico y las tuvieron que evacuar después de unas horas de espera. Por suerte, todas están bien a pesar del susto y los momentos de angustia vivida. A muchas personas, las tuvieron que descolgar del teleférico para poder rescatarlas. Al ver la noticia sentí confusión porque la imagen y el sentimiento que tenía sobre el Teide, después del sueño que había tenido, era bonito e iluminador. ¿Por qué, justamente, esta semana, había ocurrido un suceso “malo” en ese lugar? Imaginaba a toda esa gente volviendo a sus casas, abrazando a sus familiares y amigos, explicando la experiencia que habían tenido, la incertidumbre de ese momento... Sentía que hay tantas cosas que, a veces, no entendemos… pero a pesar de todo, poder compartirlo y seguir adelante es increíble.
ResponderEliminarGracias Señor porque todo este grupo de personas ha vuelto sano y salvo a casa.
Bárbara
El pasado martes asistí a misa y me sorprendió la lectura del evangelio (Mt 18, 21-35). Se trata de una de las parábolas que narra Jesús para hablar de la necesidad de perdonar para ser perdonados. En ella aparece un rey que se apiada de la deuda que tiene un administrador con él, pero al enterarse que el administrador no ha hecho lo mismo con un deudor suyo, decide meterlo en la cárcel. Evidentemente, la figura del rey se refiere al Padre, pero a diferencia de otras parábolas sobre el perdón o la misericordia, el pecador es condenado. Algunas veces actuamos con Dios como si pudiéramos engañarle, creyéndonos más listos que Él, convirtiendo su Amor infinito en un salvoconducto que nos permite hacer cualquier cosa sin que haya ninguna consecuencia. Pero no es así. La Misericordia de Dios es gratuita, pero nos compromete a actuar de acuerdo con el don recibido. Si no lo utilizamos al servicio del Reino y de los demás, nos puede ser retirado.
ResponderEliminarJordi
Hace muchos años sentí una llamada a consolar el corazón del Señor. No era algo individual, había muchas personas a mi alrededor que habían sentido la misma llamada. Era una llamada comunitaria, una gracia o vocación a la que Dios nos llamaba. Tuve algunas experiencias de oración personal y comunitaria, que me han marcado fuertemente y que no puedo olvidar, que me mostraban el corazón de Dios, un Dios cercano y fiel, presente y real en mi vida; en estas experiencias el Señor me invitaba a estar cerca de El y de mis hermanos, a seguir orando siempre y a escucharle.
ResponderEliminarEsta semana santa he vivido una experiencia muy profunda a través de la oración de intercesión. Rezando por algunas personas he sentido que Dios nos necesita para hablar y decirle a sus hijos cuánto les quiere. El corazón de Dios está dentro de nosotros, el amor que el Señor nos tiene está dentro de nosotros, poder orar y recordarle a otras personas cuánto les ama y les bendice el Señor es consolador.
Esta semana me sentía estresada en el trabajo; de pronto, una persona muy cercana me ha explicado un problema que tenía y he rezado por ella; he dejado de pensar en mi estrés y sentía que tenía que ir a misa para presentarle este problema a Dios. En misa me relajé, sentí mucha paz, sentí que Dios me decía que está a mi lado y que crea. Esta palabra me ha dado fuerzas. Esa misma noche mi compañera de trabajo me llamó para decirme que no iría a trabajar al día siguiente porque acababan de ingresar a su prima por un problema grave de salud. De repente, volvía a venirme al corazón la experiencia vivida durante los días de semana santa y la necesidad de orar y consolar.
Ayer tuve un susto porque me caí, me di un golpe y me hice bastante daño en la espalda; de pronto me sentí muy vulnerable y lloré porque tenía miedo de haberme hecho daño, no quería ese dolor e interiormente me quejé ante Dios. Hoy recordaba que en misa había sentido que Dios está conmigo, que no he temer; me noto mejor del golpe y creo que solo ha sido un susto.
Dios nos habla constantemente, a través de pequeños sucesos, en nuestra vida cotidiana, o en momentos más intensos que nos marcan para siempre. Siento que nuestra llamada es a obedecer. Escuchar al Señor, creer y obedecer. Y seguir adelante, dando testimonio para su gloria.
Bárbara
Hola a todos. Quiero presentar al Señor y a la Virgen la hija de una compañera del trabajo. Esta semana le han encontrado un tumor en el cerebro. Está ingresada en Sant Joan de Déu y le van haciendo pruebas para ver si es maligno o no, si se puede operar,.... Todo ha sido muy rápido y estamos muy preocupados. Os pido que recéis por esta niña y por la familia. Muchas gracias.
ResponderEliminarLili
El martes en la misa de Santa Tecla me tocaron las lecturas: Tobías 2, 9-14 y Marcos 12,13-17.
ResponderEliminarEn el evangelio de Marcos a la pregunta de los fariseos de si es lícito pagar impuestos al Cesar, Jesús responde: “Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios.” Y esta frase cobraba sentido a la luz de la charla de Josep el día de Pentecostés. La importancia de compartir lo que Dios ha hecho porque no es para nosotros es para otros. Lo que Dios nos ha dado no nos pertenece y lo tenemos que dar. La verdad es que mientras Josep nos hablaba me daba cuenta de que mi experiencia de Dios es fruto de lo que otros me han dado.
La lectura del libro de Tobías también me impactó. Habla de Tobit un hombre bueno que ama a Dios y que el día de Pentecostés después de enterrar a un compatriota suyo le cae un excremento de ave y se queda ciego. También se cuenta la historia de Sara una mujer que tiene un demonio que mata a sus maridos la noche de bodas.
Tobit envía a su hijo Tobías a buscar un dinero que había dejado prestado y en este viaje Tobías busca un acompañante que además de guiarle es bendición para Tobías. Le encuentra una esposa, Sara y le dice la manera de curarla y también le da las instrucciones para curar a su padre. Toda la familia está tan agradecida que el dinero que le dan por su trabajo les parece poco. El compañero de viaje les rebela que es el Arcángel Rafael enviado por Dios y les dice: “Bendecid a Dios y glorificadle, pregonad a todos los vivientes lo que ha hecho con vosotros pues bueno es bendecir a Dios y ensalzar su nombre pregonado sus obras. No os canséis de confesarle. Bueno es guardar el secreto del rey pero glorioso pregonar las obras de Dios.”
Las palabras del Arcángel Rafael me vuelven a evocar la importancia de compartir a los demás lo que Dios hace y que tengo que dar a Dios lo que es de Dios.
Marta
Hace tres meses se cumplieron 25 años de la experiencia de Asís. Ha sido una oportunidad per mirar hacia atrás y valorar esa experiencia y cuanto ha acontecido con posterioridad. Fue un ejercicio de evaluación, de buscar la validación de lo vivido a través de los frutos que han germinado a lo largo de estos años. Han sido 25 años de claroscuros, pero hoy, tres meses después de este ejercicio de autotransparencia que plasmé en un testimonio, me siento confirmado en intuiciones clave que me han permitido maniobrar en medio de las peores tormentas.
ResponderEliminarLa gran vocación a la que me he sentido llamado es estar a los pies del Señor escuchando su Palabra. La gran tentación es hacer de Marta de Betania, atarearme para no estar a la escucha, como los vigías del abismo. Es duro estar “quieto”, a al espera de la inspiración. La sensación de perder el tiempo y de nos ser productivo acecha constantemente.
La segunda tentación es no darle valor a la Palabra con la que nos regala Dios. Esa fue mi experiencia hace muchos años, con la predicación sobre el texto del “dame de beber”. Y pervive a lo largo de los años. A veces, cuando Dios actúa, nos puede saber a poco. Es un grano de mostaza, una semilla, una luz encendida en un candil… algo demasiado pequeño para que le demos importancia. Entonces no valoramos con que surge de Nazaret, lo que tenemos cerca… Y caemos en el espejismo de fascinarnos con lo lejano, que nos deslumbra para que no veamos la gracia cercana, la que Dios ha dispuesto para nosotros.
Otra intuición ha sido ver como al emerger un don nuevo, se eclipsaban los anteriores. Hace unas semanas descubrimos que en youtube hay decenas de versiones de nuestras canciones (p.e. Y alabándole). Algunas con miles de visitas. Cuando Dios nos regaló estas canciones tal vez no las valoramos lo suficiente porque coincidieron (tal vez haya una relación de causa-efecto) con la crisis de los dones más carismáticos y espectaculares. Luego sucedió lo mismo con la publicación de los libros, otros dones (como el de crear comunidad) parecían desaparecer.
Y otra intuición que en esa época me aportó mucha luz y que ahora recupero es la idea de los dones mal orientados. Cuando emerge un don nuevo no lo sabemos utilizar y genera los efectos contrarios a los esperados hasta que nos aclimatamos al nuevo estado.
Estas intuiciones explicarían muchas de las crisis que hemos vivido y la prueba es que 25 años más tarde todos estos dones con los que Dios nos ha bendecido han ido fructificando de manera insospechada.
Ayer mismo descubrí por casualidad que un escritor e intelectual mexicano, Javier Sicilia, hace referencia a Vigías del abismo en su novela autobiográfica El deshabitado (ed. Grijalbo). Recuerdo en qué circunstancias de crisis generalizada escribí Vigías y hoy, 16 años más tarde, veo un fruto a la vez que compruebo que todo lo que parecía perdido en ese momento hoy está más vivo que nunca.
Cuando uno llega a los 50 años no puede evitar pensar en lo que estado haciendo hasta entonces: la vista y la mente se concentran en los aspectos más personales, pero eso no sirve de nada, no llena, está hueco. ¿En estos cincuenta años he mejorado la vida de la gente que pulula por mi área de influencia? ¿Puedo contestar que sí a eso? La respuesta está en la historia de los tres canteros: me he quejado, he tratado de imponerme y me he sentido que formo parte de la historia, de Su historia. Cuando siento que soy las manos, la boca, el pensamiento de algo tan inmenso que inabarcable, entonces es cuando me siento feliz y esa sensación la he tenido muchas veces en estos años. En mi casa, con mis amigos, en mi trabajo. Y he tratado de utilizar las herramientas en muchas más zonas. Estos días en El Soto me han confirmado que la tentación de Rufino siempre está ahí, que el lobo de Gubbio nunca te da tregua, que el trabajo de descentrarse debe ser constante y tenaz. La persistencia en ese tema te puede colocar en un punto óptimo en el que la Luz te llena por todas partes. Es lo que me ha ocurrido en las charlas, en las palabras de conocimiento y en las oraciones. He sentido que todo era para mí, pero yo ya no estaba allí, mi yo me estaba importando un pimiento. Me había transformado en un canal, en un espejo, en un camino, en un libro, en un cantero anónimo cuyo trabajo es fundamental sin serlo él.Doy las gracias a todos mis hermanos que estaban allí, construyendo en ese momento y desde hace un montón de tiempo una catedral por la que seguir deambulando –sin querer salir, a lo mejor es la gracia de mi laberinto particular—y que hace que me sienta en el Reino.
ResponderEliminarGrego. El Soto. Pascua 2017
El viernes al mediodía perdí las llaves de casa una vez dentro. Llegué a casa del trabajo hacia las 13.00 horas y al coger el bolso para ir a comer fuera me di cuenta que no tenía las llaves. Hacía solo un momento había abierto la puerta de casa y después de media hora no encontraba las llaves. Estuve buscando un buen rato hasta que desistí porque hacía tarde. Fui a buscar a casa de una amiga un duplicado de las mías para poder volver después de la comida. Llegué tarde al restaurante claro.
ResponderEliminarCuando volví a casa me puse de nuevo a buscar no había otra, tenían que estar en casa. Miré por todos los rincones, entre los cojines del sofá, vacié todas las bolsas de basura pero no hubo manera, estuve casi una hora. Por la noche fui a comer con unos amigos y les expliqué el agobio que llevaba. Después de la cena me fui a dormir y solo meterme en la cama sentí la presencia de un ángel, estaba al lado de la cama, era un angel pequeño, me asusté, el corazón se me aceleró, me entró un gran respeto de estar en presencia de ese ser sobrenatural. Inmediatamente después vi la imagen del armario de la entrada de casa donde guardo las chaquetas y los zapatos, vi el primer estante al fondo a la derecha. Tenía la clara sensación de que el ángel me decía dónde estaban las llaves. Intenté tranquilizarme y dormir, sabía que si me levantaba me alteraría y no podría conciliar el sueño. A la mañana siguiente al despertarme me acordé perfectamente de lo que había pasado la noche anterior, me levanté. Fui directa al armario empecé a sacar zapatos y mirar dentro de ellos, algo en mi interior me decía ¿Qué haces no ves que no has tocado esos zapatos en meses? pero yo lo tenía claro. Seguí buscando y saqué un paraguas con las varillas rotas y ahí entre las varillas rotas colgaban las llaves de casa. Empecé a temblar, me impresionó mucho. No hubiese encontrado en meses las llaves porque ese paraguas no lo uso, está roto y lo tengo para casos de urgencia. Tenía tan claro que el ángel había venido a casa a decirme dónde estaban las llaves que tuve que compartirlo en seguida. De repente me vino a la cabeza las palabras de Jesús cuando dice “no veis que hasta vuestros cabellos están contados”. Siento que todo esto es un signo de que Dios actúa con poder en medio de nosotros.
Mi padre falleció la semana pasada. Es una situación dolorosa pero entorno a ella, en cuatro momentos he podido ver la mano de Dios que se hacía presente y quiero dar las gracias por ello.
ResponderEliminar(1) El fin de semana de Pentecostés, mientras estaba atrapada por una tormenta en el monasterio de Horta, les pedí a Ntra. Sra. de los Ángeles y a san Salvador que intercedieran ante el Padre para que no sufriera en sus últimos días y estuviera tranquilo. Y así ha sido. Mi padre ha estado consciente y sereno prácticamente hasta el final. Verle con semejante tranquilidad y confianza en Dios, nos ha ayudado a mis hermanos y a mi a vivir su muerte. Doy gracias a Dios.
(2) A principios de julio, mi padre ya no pudo asistir a misa, algo que para él era muy importante, así que empezamos a verla en la tele. La misa de TV2 se emite desde el que era el convento de la hermana de mi padre, dominica en St. Cugat, y dedicado a Ntra. Sra. de los Ángeles. Así que en lugar de ser un plató de tele o una iglesia desconocida y distante, era un lugar familiar, en el que he estado y rezado muchas veces. Sea por eso o por la gracia de Dios, esas misas me hicieron intuir la realidad de la comunión de los santos. Había mucha gente, como mi padre y yo, desconocidos todos ellos, oyendo esa misa. Tuve la certeza de que, aunque no nos viéramos, no nos conociéramos y estuviera cada quién en su casa o residencia, había una fuerte comunión espiritual entre nosotros. Era una comunión forjada en la humanidad mas pobre y descarnada, en el sufrimiento, la enfermedad, la vejez, la soledad… Era como si Dios acogiera con especial cariño la oración de esta comunidad virtual. Además de tener esta intuición, pude ver con mis propios ojos esta comunidad de los santos, cuando, después de oír la misa y darle la Comunión a mi padre, tuve el privilegio de llevarle el Santísimo al padre de una buena amiga mía que estaba hospitalizado. Doy gracias a Dios por mostrarme el rostro de la Iglesia más sufriente.
(3) La etapa final de la vida de mi padre ha sido larga. Unas cinco semanas antes de morir, el tono vital de mi padre hizo un gran bajón, quedó postrado en cama y prácticamente dejó de comer y beber. No había perspectivas de mejoría, al contrario. Incluso el servicio médico de curas paliativas nos sugirió hospitalizarle por lo que parecía la inminencia del tránsito final.
Fueron días muy duros, casi más que lo que después ha sido el momento final. Hubo enfrentamientos entre los hermanos sobre las atenciones que debía recibir mi padre; la visita de diversos familiares generó situaciones de auténtico duelo aunque mi padre seguía vivo; y periódicamente mi padre preguntaba cuando se iba a morir, cosa que me desestabilizaba profundamente y me llevaba casi a desear su muerte.
En este contexto, vino un sacerdote para administrarle el sacramento de la unción. En un momento de la ceremonia el sacerdote dijo algo parecido a: “Que por este sacramento, Señor, se restaure la salud de tu siervo, si es tu voluntad, para que trabaje por tu Reino”. Me sobrecogió la confianza que había en estas palabras. En un momento en el que nada era esperanzador: ni médicos; ni familia; ni incluso yo misma; la liturgia me llamaba a la confianza. Dios restaura para poder trabajar por el Reino. Ocúpate del Reino y Dios se ocupará de ti y lo tuyo, decía la liturgia. Y mi padre mejoró durante una semana. Y yo lo viví como una caricia de Dios que se hacia presente. Doy gracias a Dios.
(4) Finalmente, pero no por ello menos importante, doy gracias a Dios por todo el cariño, consuelo fortaleza que todos me habéis mostrado en estos últimos días y a lo largo de toda la enfermedad de mi padre. Gracias por vuestra oración y por llevarme, sin merecerlo, en vuestro corazón. Sin vuestro apoyo y comprensión no hubiera sobrevivido en este laberinto en el que a menudo me siento perdida. Gracias por ser mi hilo de Ariadna. Doy gracias a Dios por cada uno de vosotros.
Pilar L
Quería compartir algo que me ha ocurrido y que creo que es importante reconocer delante de Dios y de vosotros, los que abrís esta ventana de gracia que es este blog.
ResponderEliminarLlevo unos días atareada, pero no me refiero a tener mucho trabajo sino atareada en mi cabeza, es la típica situación en la que se agolpan circunstancias que me perturban y no me dejan ver con claridad, tenía la sensación de querer controlarlo todo y que no se me escapara nada, hacer lo correcto, pero cuanto más quería controlarlo más perdida me sentía.
Esta mañana me he levantado con la misma sensación y de pronto un whatsapp a primera hora me ha hecho reaccionar, al leerlo he pensando “Marta Marta te afanas por tantas cosas y no ves lo más importante, no eres capaz de escuchar ni de ver como Yo estoy actuando en tu vida”
Esta semana ha ocurrido algo maravilloso, en realidad es un gran milagro pero no he sido capaz de verlo, metida en mis historias, pensando en mis problemas, en todo lo que me rodea y que me distrae, pensando que estoy haciendo lo correcto no he visto el milagro.
El milagro es en relación a mi hijo Xavi, este verano estuvo pasando unos días en Horta, el domingo por la mañana decidió subir solo a Santa Bárbara, durante la subida a la montaña estuvo pensando en cómo afrontar el nuevo curso a nivel laboral, tenía dudas y subió con intención de poner luz en el tema, al día siguiente nos explicó que había ordenado sus pensamientos y que al regresar los pondría en conocimiento de su Jefe. En cuanto volvió al trabajo habló con él y este le dijo que tenían una plaza para él en Barcelona pero que tenía que decidirlo al día siguiente. Xavi estaba contento, era una oportunidad de cambio y le apetecía bastante. El día que tenía que tomar la decisión, una jefa del banco le propuso formar parte de un proyecto aún mejor y con más responsabilidad que el que estaba a punto de escoger y sin moverse del lugar en el que ahora trabaja.
Si bien en casa nos alegramos mucho con lo sucedido, no fui capaz de identificar claramente la mano de Dios en un hecho totalmente inusual y muy sorprendente, tampoco fui consciente de cómo Dios estaba actuando en su vida e indirectamente en la mía.
Quiero pedir perdón, primero a Dios que cuida de mí siempre, aunque Yo no lo sepa ver, y también a todos los que con mi testimonio fortalecen su fe y cogen fuerzas para continuar el camino.
Solo puedo decir, gracias Señor!!
Tere
Tere, el milagro que explicas es impresionante! Cuántas veces el Señor nos ha bendecido con signos en nuestro trabajo y hemos podido ver su acción y su paso en nuestra vida. Es precioso que Xavi haya subido a Sta. Bárbara pensando en su futuro e intentando ver la luz en su vida. Es precioso que allí, en esta montaña santa, de la que hemos oído predicar en innumerables ocasiones por voz de Josep, Xavi haya podido ordenar sus pensamientos. Doy gracias a Dios por haberse manifestado en su vida, y en la todos nosotros, a través de este milagro tan grande. ¡Estas cosas no pasan!
ResponderEliminarDios siempre ha cuidado de mi, también, y el testimonio de Xavi me recuerda el cuidado de Dios en mi vida.
Quiero compartir una cosa: este viernes pasado estaba rezando y le pedí a la Virgen una palabra, un signo, para un momento muy delicado en el que no sabía cómo actuar. Le pedí a la Virgen que hablara, que cambiara una situación a través de un signo especial, que iluminara una situación delicada. A los pocos minutos me llegó un mensaje al móvil, con una fotografía de Marta que decía "ayer compré La mística de la palabra, 2a edición" y la fotografía era la del libro de Josep, en su 2a edición. Sentí que era la respuesta de la Virgen. Sentí que el Señor me decía: "esta es la respuesta, esta es la palabra que pedías, da las gracias, haz saber que esta es la Palabra, la tienes ante ti, es la Palabra con la Dios os bendice y os da vida, cada día. Da las gracias y venérala" Sentí claramente que esta nueva edición de "La mística de la palabra", de Josep, era un milagro, un don de Dios, y Vida para todos nosotros.
No le he dado, a este signo, el valor que debía. No he compartido este milagro y esta respuesta de la Virgen hasta hoy. No he dejado que la respuesta que sentí en ese momento nos llegara e iluminara a todos.
Hoy, en un mensaje que me han dejado por teléfono, me lo han recordado. Me he sentido avergonzada y muy triste. Os pido perdón por ocultar algo tan hermoso y valioso, era consciente de su importancia pero no lo celebré ni lo agradecí como debía. Me avergüenza haber sido cobarde y ocultar lo que Dios me decía, no hay justificación. Lo siento.
Bárbara
Yo también quería compartir dos milagros que han pasado estos últimos días en mi vida y que no he sido capaz de compartirlos hasta ahora.
ResponderEliminarEl primero es la salud de mi cuñada Sandra. Está pasando por un proceso de salud delicado y el resultado de todo lo que le están haciendo está yendo muy bien. Quiero dar muchas gracias a Dios y a todos los que habéis intercedido por ella porque, como decía Bárbara, he podido ver muchas veces como el Señor ha cuidado y actuado en la salud de Sandra.
El segundo es que hace unos meses mientras leía una conversación de whatsap de dos personas me emocioné mucho. Estaba en unos grandes almacenes y decidí volver a casa. Cuando aparqué el coche en mi parking leí el último mensaje en el que una hermana le decía a otro hermano “nos emocionas y nos das vida”. Esa frase me tocó mucho y sentía que nos llegaba esa Vida y nada más salir del parking me encontré a dos matrimonios que miraban hacia la puerta de mi parking y les pregunté si buscaban algo y me dijeron que querían alquilar una plaza en ese parking. Yo tenía en mente alquilar la mía pero no había podido ponerme aún. Les comenté que yo quería alquilar mi plaza y les pregunté si querían verla y me dijeron que sí y cuando se la enseñé les gustó mucho. No había tenido que hacer nada y ya tenía una persona que quería alquilar mi plaza. Además me comentaron que hasta septiembre no la necesitarían, lo que a mí me iba muy bien, y que confirmaríamos el contrato a la vuelta de las vacaciones.
Yo estaba muy emocionado con la conversación que acaba de leer y recordé las palabras “nos das vida” y sentí que era un regalo del Señor para que yo no me preocupara de estas cosas y me dedicara a trabajar para su Reino.
Este domingo pasado quedé de nuevo con este señor, probó con su coche la plaza y confirmó que le iba bien. Le pareció todo perfecto y ya ha alquilado la plaza.
Quiero pediros perdón por no haber sido capaz de compartiros lo que Dios ha hecho en mi vida. Yo también siento que muchas veces soy un cobarde y no me atrevo a compartir lo que Dios hace. Lo siento.
Luis
El domingo 27 de agosto por la mañana me desperté con una canción que es muy importante para mi y que la última vez que la escuche después de muchos años fue hace dos en la celebración de la Pascua en el Soto: “Ven, no apartes de mi los ojos, te llamo a ti te necesito para que se cumpla en el mundo el plan de mi Padre”. Cuando la cantaba le decía al Señor que no apartara sus ojos de mi y entonces me di cuenta que la canción dice que soy yo la que no tengo que apartar mi mirada del Señor para hacer su voluntad. También recordé el capítulo titulado Eclipse del libro La mística de la Palabra. Una de las cosas que dice es que “Podemos decidir hacia donde dirigimos nuestra mirada”. Ayer volví a recordar esta canción. El Señor volvía a recordarme que le mire.
ResponderEliminarUn abrazo
Marta
Yo también quería compartir una experiencia que viví en Moscú hace unos días. El día en que regresábamos cogimos unos taxis para ir al aeropuerto. Al llegar pasamos un primer control de equipaje y luego nos dirigimos a facturar las maletas. Cuando estábamos en el mostrador con las tarjetas de embarque depositando el equipaje en la cinta me di cuenta que no tenía el móvil. No estaba en mi bolso de mano ni en los bolsillos del pantalón. Abrí la maleta para ver si aparecía en la chaqueta que llevaba puesta y tampoco estaba allí. Rebusqué en la maleta por si había caído del bolsillo de la chaqueta al interior de la maleta. Pero enseguida me di cuenta que si lo hubiese tenido en el bolsillo de la chaqueta al entrar al aeropuerto hubiese pitado al pasar por el arco de seguridad. Todo parecía indicar que se me había caído del bolsillo de la chaqueta mientras iba en el taxi, aunque también tenía la duda de que al dejar el bolso de mano en la cinta y pasar el arco alguien lo hubiese abierto y cogido el móvil. Algo muy difícil y sin mucho sentido al no llevarse la cartera, pero una posibilidad más. Yo estaba paralizado dando por perdido el móvil y haciéndome poco a poco a la idea de que ya no lo recuperaría y perdería mucha información. Entonces las personas que iban conmigo empezaron a movilizarse. Marta me ofreció su móvil para llamar a la compañía Orange y desactivar el móvil, aunque no encontré el número al que llamar. Buscaron el teléfono del hotel y Pilar Martí llamó para explicar lo que había sucedido (en inglés lógicamente) y solicitar que se pusiesen en contacto con la compañía de taxis para preguntar si lo habían encontrado. Josep y Pilar López se fueron hacia el control de seguridad para preguntar si habían visto el móvil y con la intención de salir al exterior para buscarlo por si se me había caído. Al cabo de pocos minutos llamaron los del hotel diciendo que el taxista tenía el móvil y que en diez minutos estaría en el aeropuerto. Salí con Pilar López hacia fuera y mientras bajábamos las escaleras mecánicas nos volvieron a avisar que llamaban del hotel. Por un momento pensé que había sido un error y que no lo tenían, pero era para avisar que fuésemos inmediatamente que el taxista estaba esperando justo donde nos había dejado. Salimos Pilar López y yo y el taxista estaba allí aparcado esperando. Bajó la ventanilla y me dio el móvil. Me parecía estar soñando. ¿Cómo podía recuperar un móvil que había perdido dentro de un taxi en Moscú? Era alucinante. Un milagro. Después de más de media hora el taxi seguía en el aeropuerto cuando lo lógico era que se hubiese marchado. De hecho, quizás de los tres taxis que nos llevaron solo permanecía allí el mío. Tenía claro que los ángeles habían custodiado mi móvil y estaba muy agradecido a todos mis amigos.
ResponderEliminarSin embargo, durante estos días he visto algo más, un mensaje oculto detrás de esta angustiosa experiencia que no había captado en ese momento. Dios me estaba hablando de la necesidad que tengo de la comunidad y de los hermanos cuando estoy perdido y no sé qué hacer. Durante estos años he ido cultivando una autosuficiencia que me alejaba de los demás. Seguramente ha sido una medida de autoprotección necesaria en muchos momentos, pero ahora puede que sea el momento de cambiar. Determinadas heridas me han impedido confiar en los hermanos y eso ha sido utilizado por el tentador para colarse en mí interior. Estos días he podido percibir el cariño de mis hermanos y he recibido la ayuda que en otras ocasiones reclamaba. Creo que ese amor ha servido para curar algunas de mis heridas. Curiosamente, hace 25 años tuve mi primera experiencia de Dios en Tona. Sentí que tenía que reconciliarme con la gente del grupo de la parroquia con quien me había enfadado y transmitirles el amor de Dios. Estos días me parece que he vivido un proceso similar con mis hermanos de comunidad. Os pido perdón y espero que esta experiencia nos haga más fuertes para el combate.
Jordi
Hacía mucho tiempo que no entraba en este blog y leía lo que compartiais, pero hoy me he pasado un buen rato leyendo... Me ha parecido precioso.
ResponderEliminarYo no acostumbro a compartir nada por aquí porque creo que estoy en unos momentos de mi vida que si ya me cuesta entender lo que estoy viviendo, aún más compartirlo.
Como algunos sabéis este verano me fuí a un viage de peregrinación a Fatima con los jovenes del obispado de Terrassa. Yo llevaba mucho tiempo esperando ese viaje, lo necesitaba... Me sentia lejos de Dios, y sabia que ese viaje me ayudaria a volver a encontrarle.
Recuerdo que en el trayecto de ida en autocar el primer dia del viaje, le pedí al Senyor que me ayudara a estar cerca de Él. Habiamos pasado unos meses dificiles en casa y yo solo rezaba por los demás: mis padres, mis tios, mi abuelo, mi abuela... Y me sentía egoísta si pedia por mí. Recuerdo que en ese momento, en el autocar, escribí una oración (a veces me ayuda escribir para ordenar mejor mis penamientos) y recuerdo escribir que si tenia que ser egoísta en algo, quería que ese algo fuera Él.
Ese viaje fue un regalo de Dios. O mejor dicho un constante flujo de regalos que no paraban de llegarme. Todo lo que me pasó durante esos diez dias me ha cambiado y me ha hecho acercarme a Dios mas que nunca.
Siempre, después de vivir una experiencia de Dios me pasaba que todo parecía desparecer al cabo de unos días. Y llegaba el silencio que Josep describe tan bien en "Simone Weil; el silenci de Déu". Pero esta vez el silencio ya no es un vacío. Ahora sigo muy cerca de Dios, un momento de calma, de oración tranquila, de mucha paz, pero a la vez de leer, de entender lo que he vivido... y rezo para que siga siendo así.
Doy infinitas gracias al Señor por todos estos regalos que me dió en el viaje y todos los que no para de darme desde que volví ya hace un mes.
(Me gustaría compartir con vosotros lo que viví allí, pero lo escribí todo durante las primeras semanas después de volver y me ocupó unas treinta paginas... Quizás me pasé con los detalles 😂)
Muchas gracias a todos por compartir vuestras experiencias. Este blog es una fuente de fe y de esperanza.
Bet Martí
Quiero dar muchas gracias a Dios porque mi madre se ha curado perfectamente de un pie roto. El 18 de julio se cayó y se rompió la tibia, justo la parte que une la pierna con el pie de manera que no podía moverlo. Desde que hace unos años tuvo una embolia que le paralizó toda la parte derecha del cuerpo, aunque se recuperó, de tanto en tanto se cae, ya nos tiene acostumbrados pero esta vez fue más grave. Le enyesaron el pie hasta la rodilla y ha tenido que hacer reposo pacientemente todo el verano. El 7 de septiembre tenía visita médica y yo tenía miedo de que no pudiera andar o de que le hicieran hacer rehabilitación, cosa normal teniendo en cuenta que ha estado inmovilizada más de mes y medio y que tiene ya 80 años. Pedí oración a mis hermanos y cuando le quitaron el yeso pudo mover el pie sin problemas, sin dolor y sin pasar por la rehabilitación. Solamente el médico le ha recomendado que empiece a andar gradualmente. Para mí es un pequeño milagro. Gloria a Dios
ResponderEliminarMercè
Hace unos días en el trabajo tuve dos conversaciones muy potentes. La primera fue con Gloria. Me explicó que hace unos meses su hermana de 56 años tuvo un ictus y, a raíz del ictus, le detectaron un tumor en la cabeza. Del ictus se recuperó bien, luego le operaron del tumor que era benigno. Pero a resultas de la operación de la cabeza los médicos le dijeron que no volvería a andar. Al salir del hospital le llevaron a la Clínica Guttmann para hacer la rehabilitación y adaptarse a la nueva situación pero en cuatro días caminaba perfectamente, los médicos no se lo explican. Su hermana comentó que mientras estaba en la UVI soñaba constantemente con un santo y que él intercedió para que se curara. Gloria me dijo mi hermana tiene claro que es un milagro.
ResponderEliminarTodo esto mi compañera me lo explicó en un pasillo del trabajo llorando. Fue un momento precioso.
Gloria fue una de las chicas que vino a la Sagrada Familia cuando hicimos la visita turística hace un tiempo.
La otra conversación fue con un compañero de trabajo que tenía una depresión muy grande. Alguna vez habíamos hablado y de tanta oscuridad que tenía y de tan mal que estaba que lloraba como un niño mientras me lo explicaba en los pasillos del trabajo. El otro día después de vacaciones me lo encontré y le vi mucho mejor. Él me comentó que está prácticamente curado, que los médicos están a punto de darle el alta. Me dijo que este último tiempo se ha acercado al Señor y que ha ido a misa cada domingo y que es esto lo que le ha dado fuerzas para salir de la oscuridad en la que se encontraba. En su momento cuando me explicó que tenía una depresión se leyó Laberintia
Nosotros hemos rezado por El y creo realmente que es otro milagro.
El domingo pasado rezamos y pedimos por las necesidades de nuestro entorno: amigos, familia,...Yo pedí por un compañero de trabajo que está muy enfermo. El martes en el trabajo nos comunicaron que falleció ese domingo. Prácticamente no le conocía pero de repente he sentido que es mi hermano, que estamos muy cerca y me he emocionado. Sentía que somos hermanos, que tenemos el mismo Padre y nuestro fin es ir a Dios. Me alegra haber rezado por Miguel Ángel el día que iba hacia el Padre. Siento que no estamos solos y que seguimos caminando juntos hacia el Señor.
ResponderEliminarMarta
Hoy es el día de los Ángeles Custodios y he ido a misa. El sacerdote ha predicado sobre los ángeles. Lo que les hace importantes, decía, es su misión: transmitir el mensaje de Dios. Entonces me han empezado a venir a la memoria momentos concretos de mi historia en que una persona ha sido un ángel para mi y me ha transmitido el mensaje del amor de Dios. Y el corazón se me ha llenado de alegría y de sentimiento de gratitud. ¡Muchas Gracias, Señor!
ResponderEliminarPilar L
El 26 de octubre del año pasado escribí en el blog para explicaros que una persona de mi familia tenía un cáncer en el riñón y os pedía oración por él. Recuerdo que mientras escribía, me enviaron un mensaje al móvil con una imagen de la Virgen de Fátima y sentí que era un signo de la Virgen; sentí que tenía que orar y confiar en Dios.
ResponderEliminarEste jueves pasado, José se ha hecho la revisión médica del riñón, después de un año de la operación del cáncer y los médicos le han dicho que todo está bien. Al principio, debía hacer revisiones cada 6 meses pero ahora le han dicho que hasta el año que viene ya no hace falta que vuelva a hacerse las pruebas porque el riñón se ha recuperado completamente.
Doy gracias a Dios por esta buena noticia y a todos vosotros por rezar.
Bárbara
Esta mañana mientras rezaba he leído el capítulo 24 de la Mística de la palabra. Se titula "Hoy". "Y Dios está presente en cada instante de la vida. Lo que se nos pide es que seamos capaces de captarlo. Dios se nos acerca a través de las personas que nos rodean. Nos habla de las maneras más insospechadas. Nos abraza si somos capaces de percibir su sutil cercanía en medio de su aparente ausencia." Cuando lo he leído me ha dado un vuelco el corazón. Sentía que es esto lo que estoy viviendo. Lo que el Señor me pide cada día. Estar atenta. Vivir mirando al cielo, como dijo un obispo en una eucaristía. Doy gracias a Dios y a María, nuestra madre, por este libro que cada día me acerca al cielo y a los hermanos. Gracias Señor por abrazarnos cada vez que te sentimos cerca. Amén.
ResponderEliminarEn septiembre mi hermana se enteró que la empresa para la que trabaja reconstruyendo un mercado había perdido el concurso para hacer la última fase de la obra que es de enero hasta abril del próximo año. Esto significaba que en diciembre se quedaría sin trabajo y estaba muy preocupada. Yo presenté esta situación en una oración. Este lunes, mi hermana me comentó que el sábado pasado le llamó su jefe para decirle que la empresa del ayuntamiento de Barcelona que gestiona este mercado ha pedido expresamente que mi hermana siga trabajando en la obra aunque su empresa y todos sus compañeros no continúen. Además, el jefe de mi hermana, le ha propuesto compaginar este trabajo en el mercado con otra nueva obra para que así en el mes de abril cuando se haya acabado pueda continuar trabajando para ellos.
ResponderEliminarDoy gracias a Dios por cuidar de mi hermana y gracias a todos por vuestra oración.
Luis
Quería dar gracias a Dios porque a mi madre le han dado el alta definitiva después de la operación de cadera. Cada vez que veo que puede caminar bien y sin dolor me hace muy feliz y siento mucha gratitud a Dios y a vosotros por vuestra oración.
ResponderEliminarHoy celebramos su cumpleaños y hace unos días creamos un chat de hermanos para acordar el regalo. Después de varios mensajes y no ponernos de acuerdo con el regalo, uno de mis hermanos dice: la cuestión es algo que le haga ilusión. En realidad, a mi madre le hace todo ilusión y el mayor regalo es que estemos este día con ella. Pero eso casi que se nos ha olvidado y discutimos por un regalo cuando el regalo de verdad ya lo tiene. Pensaba que con Dios me pasa lo mismo. El nos ofrece su vida, nos da más de lo que podemos imaginar y a veces me distraigo buscando que le puedo regalar yo cuando lo importante es celebrar de verdad estar con Dios y celebrar su amor. Pensaba que el verdadero regalo es darnos al Señor.
Marta
Hace unos días os expliqué en este blog que un compañero de trabajo, Jordi, tenía una depresión y que, después de acercarse al Señor y de rezar por él, se había recuperado. Esta semana hablé de nuevo con él y me comentó que la depresión que había sufrido en verano se la había provocado una enfermedad que sufre desde hace bastante tiempo. Me explicó también que la semana anterior le habían operado de esa dolencia pero que de momento ni los médicos ni él saben si la intervención dará un resultado satisfactorio. Dada la incertidumbre y el miedo por no recuperarse de la enfermedad Jordi ha vuelto a caer en el desánimo. Me lo explicaba de nuevo con lágrimas en los ojos y me pedía que rezásemos por él.
ResponderEliminarCuando vi a Jordi llorar como un niño me acordé de que hace unos días una hermana sintió en la oración que la Virgen María le decía: “consolad, consolad a mi pueblo”. Pensé que en ese momento Jordi necesitaba el consuelo de la Virgen.
Creo que el Señor ha actuado en la vida de Jordi pero ahora os pido que recéis de nuevo por él para que el Señor se compadezca y complete la obra que ha empezado.Gracias
Acabo de leer el capítulo 16 de la Mística de la Palabra. Se titula "Sin fronteras". Habla del amor universal como antídoto contra el Mal. Me he sentido interpelada porque, como pecadora que soy, pienso que el Mal está en los otros, fuera de mí; que es algo externo y que he de procurar no "contaminarme". Josep Otón nos recuerda lo que está escrito en la Biblia en Mt 15, 10-20: lo que contamina no es lo que viene de fuera, sino lo que procede del interior del corazón humano. Y así nos invita a imitar al Padre celestial "que hace salir el sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos". Nos habla del amor universal para "combatir el Mal que anida en nuestro corazón porque desarticula los mecanismos del egoísmo en uno mismo y en los demás". Doy gracias a Dios por tanta luz. Por ayudarme a entender que la manera de acercarnos al Señor es, como ya hemos oído mil veces, amando a todos, sin prejuicios, sin barreras, sin distinción. Porque TODOS somos hijos de Dios.
ResponderEliminarLili
Os quería dar una muy buena noticia que es fruto de vuestras oraciones. No sé si recordáis que hace 3 años sufría por la posibilidad de que mi profesión desapareciese a consecuencia de la aplicación de una directiva europea que obligaba al Gobierno español a tomar esa medida. Pues bien, ayer me comunicaron que las autoridades europeas han accedido a la petición de nuestro colectivo de mantener la profesión del procurador. Estoy muy emocionada.
ResponderEliminarDe hecho, en la primera entrada de este blog os comentaba que sentía que el Señor me animaba a confiar como las aves del cielo que ni siembran ni siegan pero el Padre se ocupa de ellas. Creo que ésta palabra se ha cumplido: el Señor se ocupa de nosotros y de nuestras necesidades materiales. ¡Que no cese nunca nuestra alabanza!
Hace algo más de un mes mi hermana me explicó que tienen que operarla de un mioma en el útero. Hace tiempo que lo tiene y después de algunos tratamientos, que no han sido del todo eficaces, el mioma ha vuelto crecer y su médico le aconsejaba operarse. Le hicieron pruebas y le dijeron que debido a la localización del mioma era necesario que le quitasen el útero, y le dieron fecha para el mes de enero. Mi hermana me lo explicó esperanzada y confiada en su médico, porque ha tenido muchos dolores y deseaba poner fin a este tema. Cuando me lo explicó, le dije que rezaríamos por ella y quedamos un día para orar y presentar este problema al Señor.
ResponderEliminarUn par de semanas después, más o menos, mi hermana me explicó que su médico le había vuelto hacer unas pruebas y un estudio final, y le había dado la buena noticia de que no era necesario quitarle el útero, que podían extirpar tan solo el mioma porque la localización así lo permitía. Mi hermana se quedó muy sorprendida ya que al principio le dijeron lo contrario! Estaba muy contenta y me daba las gracias por rezar por ella. A mi me pareció increíble, un milagro fruto de la oración, por el que doy gracias a Dios y a las oraciones de todos.
Bárbara
Esta semana han operado a mi hermana de un mioma. En la entrada anterior os explicaba un poco cómo había todo el proceso. La operación ha ido muy bien y ya se está recuperando en casa. Os doy las gracias por vuestra oración, también de parte de mi hermana. Y doy gracias a Dios por su cuidado diario.
ResponderEliminarBárbara
Tengo un compañero de trabajo que tiene un hijo de 3 años, Gabriel. Hace un año a Gabriel le diagnosticaron un cáncer. Empezó un tratamiento en San Juan de Dios y como consecuencia de ello tuvo que dejar la guardería y prácticamente cualquier actividad física debido a su debilidad. Fue un año de lucha de sus padres y del niño por combinar el tratamiento y la vida cotidiana.
ResponderEliminarPere, mi compañero de trabajo, me comentó esta situación hace varios meses. Desde entonces cada vez que nos hemos reunido para rezar he presentado la enfermedad de Gabriel al Señor.
Hace unos días me llamó Pere y me dio la noticia de que se había acabado el tratamiento y tras dos meses de vida normal los análisis habían salido limpios de la enfermedad. Gabriel ha empezado a hacer actividad física y él mismo se sorprende de tener una fuerza que desconocía y que le permite jugar como cualquier niño de su edad. Siento que es un milagro, un regalo de Dios para esa familia que ha vivido un año de terrible sufrimiento. Gracias Señor por tu Gracia, por cuidarnos cada día.
Quiero dar gracias a Dios porque mi padre se ha curado de un cáncer de vejiga que le diagnosticaron el 1 de febrero. El 16 de marzo le operaron mediante laparoscopia, una operación poco invasiva que le permitió estar en casa el día de su cumpleaños. Fue un regalo. El día 4 de abril nos dieron los resultados de la biopsia y el médico nos dijo que en la operación se pudo limpiar el cáncer, que es el mejor cáncer que podía tener ya que es el más superficial y el menos agresivo y que no era necesario hacer ningún tratamiento. Gracias Señor. Gracias a vosotros por rezar y pedir a Dios y a la Virgen por su salud. Gracias Señor por darnos tu Palabra que transforma la realidad.
ResponderEliminarEl Señor también ha pasado en mi relación con mi padre. A raíz de que Lili sintió que tenía que reconciliarme con él, le escribí una carta pidiéndole perdón por una discusión de mi adolescencia.
Marta
Yo también quiero dar gracias a Dios porque a mi padre le practicaron hace dos meses una colonoscopia y tanto la intervención como los resultados han salido bien. Durante una visita al médico de cabecera, mi padre le comentó un problema que tenía y el doctor consideró que lo mejor era hacer una colonoscopia para ver exactamente qué pasaba y descartar problemas más graves. Al día siguiente, martes, mientras estaba en el grupo de oración, mi padre me dejó un mensaje en el contestador automático diciéndome que le habían llamado del Clínico para ver si le iba bien hacerse la prueba al día siguiente, ya que un paciente no podía ir y había quedado una hora libre. Al escuchar el mensaje enseguida sentí que el Señor se preocupaba de la situación de mi padre y que era algo muy bueno que le hicieran la prueba tan rápido (en la Seguridad Social estas pruebas no se hacen de manera inmediata si no son urgentes) y se pudiese saber cuanto antes qué le pasaba. El miércoles por la noche le expliqué a un amigo que esa tarde le habían hecho una colonoscopia a mi padre y se quedó muy preocupado por lo que pudiera tener. Le extrajeron unos cuántos divertículos, uno era tan grande que solo salió un trozo, y ahora había que analizarlos para ver su naturaleza. Unas horas después, a las 7.30 de la mañana, mientras esta persona estaba esperando el metro para ir a trabajar escuchó una voz que le llamaba. Levantó la cabeza y al otro lado del andén estaba mi padre. Casualmente tenía que ir a hacerse una revisión de las prótesis de cadera al hospital. Este amigo sintió que ese encuentro no era fruto del azar y respondía a su preocupación. Así que aprovechó para bendecir a mi padre de un lado a otro del andén. Unas semanas después, el jueves santo, mi padre me llamó por teléfono para decirme que los análisis habían salido bien y que ahora solo tenía que hacerse una colonoscopia anual de control. Desde los ojos de la fe se puede ver el paso de Dios por esta situación relacionada con la salud de mi padre, ya sea limpiando su colon o haciéndose presente y mostrando su Amor por él y por mi familia durante todo el proceso a través de la rapidez en realizarle la prueba y de la oración y preocupación de este amigo.
ResponderEliminarJordi